MindShare inaugura la división de Entertainment
Hace unos meses MindShare reestructuró sus servicios en cuatro áreas: Client Leadership, donde se desarrollan las relaciones con los clientes; Business Planning, que se encarga de la planificación estratégica del negocio; Invention, el arma creativa de la agencia y Exchange, la esencia de la planificación del negocio. La nueva división de Entertainment forma parte del área Invention, con la que pretenden diseñar, generar, producir y distribuir contenidos al servicio de la producción de la marca. La clave es el entretenimiento y la experiencia de marca. Que el consumidor no se sienta “impactado” sino que participe y se involucre en el juego que se le propone.
“Se trata de incorporar un nuevo lenguaje comercial audiovisual que tiene que actuar con sinergias con la publicidad convencional”, afirma Jesús Muños, presidente de MindShare. Es una forma de aportar un nuevo lenguaje y nuevos valores a la comunicación comercial de las marcas, que ha nacido de la misma necesidad de los anunciantes y del desarrollo tecnológico. En poco tiempo todos los medios serán digitales; ofrecer ahora soluciones alternativas a las convencionales está siendo la clave de las agencias.
Para el lanzamiento de esta nueva división (que se implantó en Estados Unidos hace cinco años aproximadamente y se ha desarrollado también en Inglaterra, Turquía y en los Países Bajos), han importado el talento de Pablo de la Rocha, de la productora audiovisual La Mesa Verde, que será quien dirija la división. “No se trata de crear un negocio, sino de hacer una verdadera estrategia 360º para las marcas”, indicó De la Rocha.
Kate Marsh, responsable de Group M Entertainment Europa, explicó en la presentación del lanzamiento de la nueva división de MindShare, que la idea es ofrecer experiencias al consumidor a través del contenido “para que se enganche y se relacione con la marca y sus servicios”.
En Estados Unidos la división Entertainment ha desarrollado acciones para marcas como Nike o Unilever. Para Unilever por ejemplo se contó con la plataforma online donde las consumidoras (amas de casa jóvenes) escribían sus experiencias, anécdotas y vivencias diarias. Un equipo seleccionaba las historias y se guionizaban para montarlas y crear capítulos de series que se veían en la red. La marca aparecía en la web como logo.