Los americanos no inventaron esto de las fusiones
Llegaron las multinacionales y comenzó la compra de las agencias made in spain –todos las llamaron fusiones y en algunos casos quizás fuese cierto-. De esto ya han pasado algunas décadas, nos remontamos a los 60 concretamente, y nada ha cambiado, prueba de ello es que no hay agencia de publicidad que se precie 100% nacional entre las primeras del ranking de las principales del país. Y si buscamos nombres a nivel mundial pues ya sabemos lo que nos encontramos: Omnicom, WPP, Interpublic... Tampoco es nada nuevo esto que les estoy contando. GLOBALIZACIÓN.
Pero esto de las fusiones, compras, disoluciones y otros movimientos de las agencias españolas, perdónenme aquí nuestros queridos amigos americanos, ingleses o franceses, no lo han traído ustedes, esto sí que ya se gestionaba por estas tierras mucho antes de sus iniciativas. Décadas incluso previas a que por segunda vez JWT volviera a España, en 1961, esta vez para quedarse definitivamente (JWT, de la mano de General Motors, estuvo en nuestro país desde 1926 hasta 1936, año en el que se marchó al estallar la Guerra Civil). Y nombro a JWT por poner un ejemplo de las primeras agencias extranjeras que llegaron a España tras dejar atrás la posguerra española, pues antes del conflicto ya había algunas como por ejemplo Publicitas y Havas.
A lo que iba, que lo de las fusiones y disoluciones no es producto de importación. Ni mucho menos, y para muestra, desvirtuando el refrán, un montón:
En enero de 1917, dos históricos como Los Tiroleses e Hijos de Valeriano Pérez, se disolvieron, si bien ambas quedaban en familia.
En 1923, Helios, la agencia de Pablo León Domínguez, se asoció a la internacional Publicitas, o al revés. Aquí sí que venían de fuera, concretamente de Suiza. Sería el único caso. Esta sociedad tendría a Madrid como sede operativa, ya que la plaza barcelonesa la ocupaba desde 1919 la asociación entre Fama, de Prat Gaballí y la propia Publicitas.
También en 1928, hizo lo propio Maga y Romeo Landini. Se separaron a principios de año.
En 1929, Los Tiroleses se asoció con la pionera Roldós, pero esta nueva sociedad no fue cosa de dos, sino que en ella entraron a formar parte también la Sociedad General de Anuncios de España, Prado-Tello, Ardid-Gisbert y Reyes. Se separaron en 1932 pero dejaron el hito de ser la primera gran fusión publicitaria de nuestra historia en España.
En 1930, fueron Alas y SAPIC los que hicieron su propia fusión. La red de representaciones de esta fusión a lo largo de todo el país sería tremenda.
Y estos no dejan de ser algunos de los ejemplos más representativos. Seguro que existieron otros de menor escala pero igualmente válidos.
Fusiones y disoluciones, pura era de la globalización, ¡y nosotros que pensamos que esto es algo de hace poco!
Así que en nuestra profesión, como pueden ver, al menos podemos presumir de algo que no hemos importado. Que para juntarnos y mandarnos a la porra, eso lo sabemos hacer muy bien nosotros solitos. Aunque sea consuelo de tontos.