Jaime Del Solar Co-CEO en ZIZER | #boutiquedemedios.
Imagina la situación: Presentación en las oficinas del cliente. Primero creatividad, luego medios. Cuantas veces después del mundo de las ideas nos hemos visto presentando el mundo de los números. Y ves como las caras cambian, resoplidos, preparados para diapositivas recargadas de datos, gráficos y tamaños de letra que no pondría ni el oculista más exigente…
En el mundo de la publicidad “los de medios” a diferencia de “los creativos” tendemos a presentar un enorme conjunto de números, argumentos, tablas… Como si el volumen de datos justificara el trabajo que hemos hecho para esa estrategia.
Estamos en la época de la economía de la atención! Abajo las presentaciones tediosas. Los medios no tienen por que ser aburridos.
Pero si queremos que nos entiendan y nos sigan lo primero que debemos hacer es cambiar nosotros. Es un ejercicio interno, en el que tenemos que darnos cuenta de que el cerebro recibe tanta información diaria, que necesita concreción en cada uno de los discursos y exposiciones que recibe.
Por ello no solo “los de medios” pero si especialmente nosotros, deberíamos reducir el “tamaño” de nuestras presentaciones y hacerlas más digeribles de cara a nuestros receptores.
Para ello aquí van mis cinco indispensables a la hora de trabajar en una presentación a cliente:
1. Identidad formal: busca siempre que empieces a trabajar en una presentación, lo que Antonio Núñez en su libro “Será mejor que lo cuentes” define como One Word Equity. Se trata de pensar en una sola palabra que resuma la identidad formal que quieras darle a tu relato. Una vez tengas esa palabra, debes tenerla presente en todo tu proceso de creación para darle integridad y a la vez que los receptores del mensaje asocien esta a tu discurso.
2. Antes de “pintar” prepara el boceto de tu presentación: una pizarra o una hoja en blanco son tus mejores aliados a la hora de ordenar ideas. Antes de ponerte a contar algo debes tener claro que quieres contar. Para esto prueba con algo diferente: en vez de hacer una lista de temas de la forma tradicional trabaja con mapas mentales donde representes las ideas, temas y conceptos que quieras que estén presentes en tu exposición, de tal forma que estén relacionados y dispuestos radialmente alrededor de una palabra clave o de una idea central (recuerda el One Word Equity). A diferencia de los listados clásicos los mapas mentales son un método mucho más eficaz para identificar, ordenar e incluso memorizar conceptos.
3. La importancia del flow: una vez que te pongas a preparar tu exposición, presentación o relato tienes que tener en cuenta que esta debe de poderse seguir fácilmente. Evita todo aquello que no aporte linealidad en tu discurso porque ten por seguro que si das muchos rodeos la audiencia se perderá e irás “perdiendo puntos” a medida que sigas hablando. Piensa siempre en el receptor y busca la mayor efectividad de tu discurso. Ensaya con tu equipo las veces que haga falta hasta que tu exposición se entienda y se siga a la perfección.
4. Excluir mejor que incluir: como dice el refrán “el que mucho abarca, poco aprieta”. Mucho mejor que un conjunto de datos, cifras, o demostraciones es ofrecer un dato, o una cifra destacada con la que nuestros receptores se queden fácilmente. Un dato destacado es mucho más eficaz que un conjunto de ellos. Ten en cuenta que el usuario manda y que el se hace su propio relato de tu presentación. Si le das demasiados datos será más difícil que se quede con el que a ti más te interesa, si destacas solo este ten por seguro que se quedará con él. Si aún así crees necesario justificar el dato es fácil: trabaja con anexos.
5. Feedback en el momento de la presentación: Si ves que el público al que te diriges no te sigue, o no está receptivo busca feedback durante la presentación. Traslada tu diálogo interno a tu audiencia, te ayudará a buscar un mejor enfoque en tu discurso. Una vez hayas acabado no te vayas nunca de la presentación sin pedir una primera opinión de lo que has expuesto. Idealmente intenta hacerlo en otro espacio diferente al que has presentado (de camino al lugar de despedida, antes de subir al ascensor, etc.). La idea es que siempre mantengas el control y que te vayas ya con cierta idea de cómo ha ido la presentación.
Si no estás aplicando estos cinco puntos te recomiendo que lo hagas en tu próxima presentación. Y si aún así crees que no te vas a acordar de todos ellos te propongo algo aún más sencillo: se trata de Preparación, Orden, Condensación, Opinión, quédate con ello, POCO.
De esta forma conseguiremos que nuestras presentaciones sean más notorias y eficaces algo que cuando hablamos de publicidad se convierte en una obligación.
