Por Eduardo Madinaveitia.
El título de este artículo lo tomo prestado del testimonio que Jesús Moreno escribió para JubilARTE, el libro en el que cuarenta personas, muchas de ellas, pero no todas, relacionadas con el mundo de la publicidad, exponemos ideas sobre la jubilación y su entorno.
Hace unos meses Toni Segarra y Luis Cuesta, dos de los fundadores de SCPF, dos de los grandes de esta profesión, anunciaban que dejaban la agencia que fundaron hace veinte años, y la publicidad, para seguir aprendiendo y convertirse en algo así como consultores. Detrás de la decisión está la pérdida de prestigio y de nivel de interlocución de nuestra profesión.
Cuando a principios de este año murió el gran Juan Mariano Mancebo hacía ya mucho tiempo que había salido de las grandes agencias a las que había ayudado a conseguir tantos grandes premios y trabajaba en Diluvia, la pequeña agencia que había fundado unos años antes.
Todos hemos oído a muchos de nuestros colegas ese viejo sueño de jubilarse antes de los cincuenta años, lo que no sólo refleja la aspiración de hacerse ricos pronto sino también un posible hartazgo de una profesión tan absorbente.
Es curioso que esto ocurra en esa misma profesión que durante tantos años ha estado dominada por personas como Martin Sorrell, que ya supera los 72 o Maurice Levy, que se acaba de retirar, aunque no del todo, cumplidos ya los 73. No creo que la razón esté en que sir Martin fuera desde sus inicios un financiero y Levy un informático avispado.
Nuestra profesión ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Se ha hecho mucho más financiera, buscando siempre la rentabilidad para las agencias antes que para los clientes. Puede que estemos pagando las consecuencias.
Ahora el propio Jesús Moreno, que me ha prestado el título, teletrabaja muchos días desde casa y sabe que no se aburrirá cuando se jubile del todo porque seguirá disfrutando de su gran afición: escribir.
Cecilia Canal se reinventó y creó una galería de arte virtual para apoyar a videoartistas.
Jesús Muñoz no consiguió llegar a eso que llamamos edad de jubilación en una de las empresas de Sorrell y se fue a China a montar con Lola, su mujer, una empresa de interiorismo.
Juan Ramón Plana tiene tantas cosas que hacer que a duras penas saca tiempo para escribir un breve testimonio en el que nos las cuenta, con regusto de soneto.
Juanjo Azcárate ha decidido que, como no le gusta jugar al golf, va a seguir al frente de la empresa a la que ha llevado al éxito adaptándose a los tiempos a lo largo de muchos años.
A Carlos Lamas sí le gusta el golf y lo practica todo lo que puede, además de viajar y mantenerse al día sobre todo lo que ocurre en el mundo de la investigación, de la política o de la actualidad.
Miguel de Haro también siguió al frente de su empresa y añadió nuevos títulos al grupo de revistas que ya tenía, además de hacer su tesis doctoral sobre el papel de la Sociedad Civil en esta época.
Julián Bravo siguió colaborando con las asociaciones del sector y, sobre todo, creó con otros colegas la Academia de la Publicidad que se encarga de reconocer los méritos de los grandes de nuestra profesión. Además sigue estando al día sobre todo lo que atañe a las nuevas tecnologías.
Lawrence Sudlow no se ha jubilado aún pero sabe que cuando lo haga dedicará una buena parte de su tiempo a ese voluntariado en que ya se encuentra muy implicado.
El mundo de las ONG también ha llamado al corazón de Ramón Morancho, que ha creado una para ayudar a la investigación de la enfermedad rara que afecta a algunas de sus hijas.
A Mar Andreu le separaron de la multinacional publicitaria en la que trabajaba porque tenía más de cincuenta años. Desde entonces se dedica a ayudar a otras personas, muchas de ellas mujeres, a reubicarse si se encuentran en su misma situación.
Manuel Verdura, Ángel Sabat y algún otro han descubierto los placeres de volver a la Universidad y seguir aprendiendo ahora que han recuperado parte de su tiempo.
Cada uno ha resuelto a su manera la nueva relación que se plantea con el tiempo y con el dinero cuando llega el momento y, en general, tenemos más tiempo y menos dinero.
JubilARTE, el arte de jubilarte es un libro de testimonios que, gracias a la colaboración de Ibercaja, te puedes bajar gratuitamente en versión pdf. También puedes comprarlo en Amazon en su versión en papel o bien en epub.
El libro sólo es un primer paso de un camino que esperamos sea largo. Ya empieza a estar claro que los mayores de 50 somos un target cada vez más interesante. En la web seguiremos recibiendo testimonios de otras personas con perfiles o situaciones diferentes; hemos iniciado un blog en el que en principio se reproducirán testimonios pero irá ampliando contenidos. También ofreceremos servicios para este grupo de personas dispuestas a transformar el mundo en estos sus segundos cincuenta años de vida.