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Las nuevas realidades de la reputación corporativa

por Weber Shandwick

La compañía que hay detrás de cada marca es un factor crítico en la decisión de compra de los consumidores. El 70% de los consumidores encuestados evita adquirir productos si no les gusta la compañía que los fabrica. Los directivos de las compañías consultadas están de acuerdo con esta valoración, según un estudio realizado por la empresa KRC Research para la consultora Weber Shandwick. De hecho, el 87% confirma que “la fortaleza de una marca corporativa es tan importante como la de la marca del producto”.

La importancia de la reputación de una compañía es ahora más relevante que nunca y cuando se suma a la reputación de sus marcas de producto crea una potente “marca de empresa”. Los consumidores buscan la garantía de que están gastando ese dinero, que tanto esfuerzo les ha costado ganar, en productos elaborados por compañías que comparten sus valores. Tienen mayores expectativas en las compañías y marcas que aprecian y no dudan en darles la espalda cuando les decepcionan o cometen algún error.

Una reputación corporativa fuerte es esencial en la actualidad para explotar completamente el valor de la empresa, fortaleciendo así sus marcas, productos y servicios. Pero hay que analizar cuáles son las nuevas realidades sobre la interdependencia de la reputación corporativa y de marca:

1. La marca corporativa es tan importante como la marca del producto. Las razones fundamentales por las que la gran mayoría de los ejecutivos (87%) cree que una marca corporativa fuerte tiene tanto peso como una marca de producto fuerte, es que reconocen que la marca de producto se beneficia de la reputación general de la compañía que lo produce (65%) y que a la gente le importan las compañías que hay detrás de las marcas que adquiere (55%).

2. La reputación corporativa ofrece una garantía de calidad a los productos. Los productos son los beneficiarios de una reputación corporativa fuerte. Más de dos tercios de los consumidores encuestados, el 70%, ha declarado que evita adquirir productos fabricados por compañías que no les gustan y que comprueba las etiquetas para verificar cual es la compañía fabricante (67%).

3. Cualquier desconexión entre la reputación corporativa y la de un producto provoca una dura reacción de los consumidores. Más de la mitad de los consumidores (54%) ha declarado sorprenderse al descubrir que un producto o servicio que aprecian proviene de una compañía que no les gusta. Cuando se les ha preguntado cual es su reacción cuando esto ocurre, la mayoría ha contestado que suelen dejar de comprarlo (40%) o buscan online para obtener más información acerca de qué otros productos son fabricados por esa compañía (34%).
 
4. Los productos lideran el debate, seguidos muy de cerca por la reputación. Los errores corporativos ensombrecen a los aciertos. En el estudio se preguntó a los consumidores sobre lo que hablan cuando debaten sobre las compañías. En el primer lugar aparecen los productos. Casi 7 de cada 10 consumidores (69%) declaró que frecuentemente habla sobre lo que piensa sobre el producto que compró. Además, entre los cinco principales temas de debate se incluyen el servicio al cliente, el trato a los empleados, los errores o escándalos de la compañía y sus sentimientos hacia la compañía en general (su reputación). Los consumidores declararon que están más predispuestos a comentar sobre los escándalos corporativos o los errores de una compañía (43%) que sobre sus buenas acciones corporativas (37%) acciones medioambientales (31%) o servicios a la comunidad (29%).

5. Los consumidores crean la reputación de forma instantánea. ¿Qué fuentes de influencia conforman la percepción de los consumidores sobre las compañías? Como era de esperar, los consumidores han señalado que el “boca-oreja” es la principal influencia (88%) en su opinión sobre una compañía. Además, también se sienten influenciados por los estudios y críticas online (83%) y los resultados de búsqueda online (81%).

6. La reputación corporativa contribuye al valor de mercado de la compañía. El estatus de su reputación influye más que su estado financiero. Los ejecutivos estiman que una media del 60% del valor de mercado de sus firmas es atribuible a su reputación. Este valor tan alto explica por qué las compañías han aumentado las actividades que construyen su reputación.

7. Para los consumidores, del mismo modo que para los ejecutivos, la reputación de una compañía es percibida como algo más importante que los ingresos financieros. Más de la mitad de los consumidores ha señalado que confían más en comprar productos de compañías con una posición más prestigiosa que de otras con previsiones positivas en el precio de sus acciones. Casi 6 de cada 10 ejecutivos consultados por el estudio han indicado que preferirían ver a sus compañías en los medios por su buena reputación, más que por una previsión positiva del precio de sus acciones. Las conclusiones implican que ambos (consumidores y ejecutivos) reconocen que la reputación es algo perdurable y duradero, mientras que el resultado financiero puede ser cíclico y cortoplacista.

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