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Quiero volver al pasado

Por Jose G. Pertierra

Querido Marty:

Estarás completamente despistado después de tu último viaje en el tiempo y aterrizar en el 2015. Entre otras cosas, puede que te sorprenda mucho como ha cambiado el mundo de la publicidad. Recordarás que solo la había en la radio, en las vallas de la carretera o en la tele entre programa y programa. Ahora con suerte escuchas algunos minutos de tu programa favorito sepultado entre horas de publicidad, apenas puedes conducir sin estampar tu coche contra una de esas vallas luminosas electrónicas o no puedes evitar perder un montón de tiempo usando el mando a distancia mientras todos los canales emiten publicidad al mismo tiempo y a traición. Hoy en día la publicidad te persigue como la peste: te llaman por teléfono con ofertas que no te interesan, te saturan tu buzón de correo con folletos y cartas de cientos de marcas y andando por la calle te das de frente con publicidad en las marquesinas, en los autobuses, en las lonas de las casas rehabilitadas o en plazas públicas que se ocupan enteramente para acciones de grandes marcas… Si no me crees, tienes que ver esta locura. ¡En Madrid hasta hay una estación de metro con el nombre de una marca!

¿Y los que estudiaron publicidad? De la carrera recordarás que se daba en muy pocas universidades y la nota para entrar era muy alta. ¡Qué tiempos aquellos! Hoy en día la dan en todas y cada una de las universidades públicas y en “cienes y cienes“ de universidades privadas, sin contar con diferentes cursos, grados y másteres… Resultado: Generaciones y generaciones de parados muy bien formaditos. ¿Y los afortunados que han encontrado hueco en la profesión? Una carrera laboral donde aunque se echaban horas, el resultado solía merecer la pena, con suerte rodabas un ‘spot’ de una marca de piña colada en el Caribe cada año y además tenías un sueldo buenísimo y unos compañeros fantásticos… Pues otro horror, un mercado cada vez más competitivo, en el que hay más agencias que setas y cada vez es más difícil captar y fidelizar a los clientes, así que para las marcas el profesional de agencia no es más que un esclavo al que no se escucha y al que se le obliga desde usar en un titular de un arte final el verde porque es su color favorito a usar la Comic Sans en un ‘banner’ de Internet porque es una tipo alegre y moderna o usar en un spot una canción que le gusta mucho y que siempre pone en su coche…

¿Y te acuerdas cuando para que un producto fuese conocido, tan solo necesitaba emitirse su spot por la tele? Atrás quedaron aquellos anuncios en los que alguien famoso te mostraba el producto y después te animaba a comprarlo en el supermercado. El anuncio siempre tenía un ‘jingle’ muy pegadizo, una rima fácil, un ingenioso juego de palabras y un eslogan que todo el mundo repetía a diario en el colegio, en la ofi o en casa. Eran anuncios fáciles de entender, pero hoy en día, apelando a buscar más la emoción que la razón, la publicidad trata de sorprendernos con moderneces y frikadas para lograrlo dando lugar a esa clase de anuncios que no entiende nadie y que incluso tienes dificultades para saber lo que venden. En resumen, una publicidad cada vez más extraña, ininteligible y aburrida que hace que ya nadie se quede mirando un anuncio solo por el placer de verlo de nuevo como hacíamos todos hace unos años.

Pero te dejo para lo último el cambio más grande, lo que llamamos marketing online y que a ti ni te sonará. Imagínate… ¡Más publicidad! Con la aparición de Internet, un enorme mundo de posibilidades se abre en tu ordenador, lástima que todas estén enterradas por montañas de publicidad. Pero no puedes evitarla, la tienes en forma correos electrónicos, mensajes y mil y una formas de perseguirte para que inevitablemente compres, compres y compres. Fíjate lo harta que está la gente de la publicidad que han inventado la forma de entrar y que no salgan los anuncios, para que te hagas una idea, si tecleas “Como bloquear publicidad en Internet” te salen unos 600.000 resultados.

En definitiva, querido Marty, queda mucho por hacer para enamorar y satisfacer a los consumidores como lo merecen, No corren buenos tiempos para decir lo bien que va todo, disfrutar de premios, entrevistas y comentarios aduladores. Es urgente e importante darle una vuelta a todo si queremos un sector con expectativas reales de futuro, pero de eso sabes tu más que yo, verdad?

José G. Pertierra
Socio fundador de Clicknaranja
www.clicknaranja.com