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¿Son sexis las redes sociales para los Dircom?

Ana Pereira, consultora senior de Estudio de Comunicación

A estas alturas de la película decir que las redes sociales son atractivas y poderosas no es precisamente inventar la rueda, pero saber dónde reside el poder de una red social y cómo puede ser aprovechado por los departamentos de Comunicación de empresas y administraciones si da para unas cuantas líneas.
Analicemos en primer lugar los factores que hacen poderosa a una red social para ver después cómo podemos canalizar ese poder los comunicadores en beneficio de nuestro negociado dentro de las empresas.
Facebook está a punto de alcanzar los mil millones de usuarios y Twitter hará lo propio con quinientos millones de ellos en poco tiempo, acostumbrados como estamos a oír hablar diariamente en miles de millones, estas cifras tal vez nos pueden dejar fríos, pero recordemos que estamos hablando de más usuarios que habitantes tiene China, el país más poblado del mundo; por eso al hablar de una red social el tamaño sí importa.
Otro factor clave en la radiografía de los valores de una red social es que todos esos usuarios no se conectan en un momento dado, en un “pico” específico por un acontecimiento puntual, como ocurre por ejemplo con los eventos deportivos, sino que las redes sociales están permanentemente y sin descanso en continua actividad, gracias, entre otras cosas, a los avances tecnológicos que nos permiten tuitear con nuestro teléfono mientras esperamos el metro o hacernos fans de una marca o evento en Facebook desde la tumbona de la playa a través de nuestra tableta. ¿Qué empresa no sueña con que un anuncio suyo preceda al minuto de oro de la final de un clásico de fútbol? Para el último de estos clásicos, el pasado Madrid-Barcelona del mes de abril, se estimaba una audiencia mundial de 400 millones de espectadores. Al triple de ellos se puede llegar diariamente a través de una red social como Facebook y no sólo durante los 90 minutos de partido más prórrogas sino día y noche de manera ininterrumpida, porque las redes sociales no duermen. Así que un dato a tener en cuenta al hablar de su poderío es la continuidad.
La inmediatez es otra cualidad que las hace muy “sexis” para los departamentos de Comunicación. En las redes sociales las cosas son para ayer y el término “en tiempo real” se queda corto para describir la velocidad a la que se propagan los acontecimientos en el mundo 2.0. Así, antes de haber acabado de postear un comentario en un muro ya tenemos varios “me gusta” y los tuits se suceden a la velocidad a la que millones de dedos son capaces de redactar 140 caracteres.
¿Qué decir de la calidad del conocimiento que tienen sobre sus usuarios las redes sociales? Les conocen, saben sus gustos, prioridades, carencias y, en más ocasiones de las deseadas por ellos/nosotros mismos, disponen incluso de datos clave de su vida personal. Por saber, las redes sociales saben hasta los pasos que damos en cada momento y de muchos usuarios dónde y con quien se encuentran.
Una paradoja que me llama la atención es que a todos nos incordia en mayor o menor medida tener que responder a encuestas a pie de calle, qué decir si somos los afortunados en recibir una visita de encuestadores oficiales en nuestros domicilios, les abrimos con bastante recelo y mucha mala gana. En cambio no tenemos ningún tipo de reparo en revelar una ingente cantidad de datos personales y avalarlos con sus correspondientes imágenes en las redes sociales Por eso otro activo de las redes sociales es sin duda su capacidad como archivo de datos y almacén de información sobre sus usuarios.
Hace ya algún tiempo que los departamentos de comunicación de no pocas empresas y administraciones públicas se dieron cuenta del poder y el atractivo de las redes sociales y han comenzado a integrar políticas 2.0 en sus estrategias de imagen y marca, pues todas estas cualidades no podían quedar desaprovechadas.
En el mundo real, las empresas y gobiernos para quienes esos Dircoms trabajan dedican ingentes esfuerzos y recursos a tomarle el pulso a la ciudadanía y a conocer que piensan, sienten y, sobre todo, cómo les ven los posibles consumidores o potenciales votantes. En Las redes sociales la foto finís ya está hecha y además se actualiza en tiempo real con las nuevas vivencias, fotos, post en los muros y uso de todo tipo de aplicaciones y comentarios, con la particularidad de que para conocer toda esa información las redes sociales no necesitan realizar un gran esfuerzo. Este es el gran filón 2.0 que los comunicadores están empezando a explotar.
Por eso, dejando al margen batacazos en Bolsa acaecidos recientemente, no comparto la teoría de quienes aseguraban días atrás que modelos como el de Facebook se estaban agotando. Afortunadamente para los que nos dedicamos a la comunicación, a las redes sociales aún les queda mucho camino por recorrer y es ese recorrido lo que las convierte en las perfectas aliadas para los departamentos de comunicación, en los que herramientas como la Huella Digital o el Plan de Comunicación 2.0 ya no son términos futuristas sino del día a día. ¿A qué espera para utilizarlas?