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Las redes sociales como herramienta de trabajo

Borja Garriga-Nogués, business development manager en Claranet

La necesidad y la utilidad de las redes sociales en el ámbito empresarial ya no es cuestión que se preste al debate. Cada uno de los sitios sociales existentes, y los que quedan por venir, tienen diferentes objetivos y distintas son las formas de sacarles partido. LinkedIn es la herramienta social más popular en la actualidad  por lo que respecta al ámbito profesional. Son incontables los casos de éxito que reflejan los beneficios de una correcta utilización del potencial que esta red social ofrece al mundo de los negocios.

LinkedIn es bastante más que una simple lista de contactos: es una gran oportunidad de generar y desarrollar negocios; es donde la gente está, es una manera práctica de estar en contacto con mi red; es una herramienta útil para generar y gestionar contactos de interés profesional; es la primera fuente que consultan los head hunters; formar parte de ella incrementa el conocimiento, mejora y optimiza los resultados de los procesos de búsquedas y un largo etcétera. Pero, como en todas las redes sociales, estar en LinkedIn no es suficiente. Es necesario ser útil, compartir información y hallazgos interesantes; convertirnos en actores vitales para la comunidad a través del valor añadido y los conocimientos que podamos aportar en el área en la que seamos expertos.

 

Sacar el máximo provecho a  nuestro perfil profesional

 

En LinkedIn el éxito llega a través de ganarte y consolidar la confianza de otros, afianzando primero la tuya propia. No hay que olvidar que se trata de una “herramienta de confianza” además de una red profesional, y, por lo tanto, hay que interactuar con tus contactos de la misma manera que lo haces con tus compañeros de trabajo fuera de la red. Para relacionarte con los amigos y la familia hay muchas otras alternativas, aunque pensar que es posible disociar por completo ambos perfiles en la redes es una quimera.

Para aprovechar realmente el potencial de LinkedIn es importante tener en cuenta diversos aspectos: optimizar nuestro perfil al máximo, conocer y evitar los errores más comunes, construir y cultivar nuestra red, analizar quién ha visitado nuestro perfil, ampliar los contactos, gestionar recomendaciones e invitaciones, actualizaciones de estado, estar presente e interactuar en grupos, sin olvidar los perfiles de empresa, las peticiones para que un contacto nos presente a otro, búsquedas interesantes para ampliar nuestras posibilidades de negocio, etc.

 

 

 

 

Lo que debemos evitar

 

Para los usuarios que usen LinkedIn con frecuencia y aquellos que deseen sacar el máximo partido a esta red social resulta interesante prestar atención a las modalidades de pago, que son múltiples y están adaptadas a diversas funcionalidades.  

 

 

Por lo que respecta a los errores más habituales, me parece importante destacar uno de los más comunes y graves: querer utilizar esta plataforma como herramienta de venta de forma abusiva, mediante las actualizaciones de estado, presencia en grupos y debates, etc. Creo que basar nuestra presencia en LinkedIn en esta estrategia arruina nuestra reputación, ya sea de un perfil de persona o de empresa. Como resumen, estos son los diez errores que debemos evitar cometer en esta herramienta social profesional para sacarle el máximo rendimiento al tiempo que invirtamos en ella:

-Tener un perfil sin foto. Existen miles de perfiles falsos o ficticios, por ello hay que ser real y generar confianza.

-No incluir nuestro cargo profesional en la cabecera del perfil. Se trata de la sección que tiene más visibilidad, nuestro altavoz en la red. Así pues, no incluir esta información daña seriamente nuestras posibilidades de conseguir un buen impacto.

-Tener una actualización de estado poco atractiva. El estado en LinkedIn es el equivalente al ‘Muro’ en Facebook. Es lo primero que se ve al abrir un perfil, así que mejor que llame la atención.

-Omitir empresas donde hemos trabajado y escuelas donde estudiamos. La búsqueda a través de estos datos es una de las más habituales. Pónselo fácil para que te encuentren.

-No tener recomendaciones profesionales. Si  no tienes ninguna, da tú el primer paso y recomienda a alguien, lo más probable es que te la devuelvan.

-Tener pocos contactos. Cuantos más contactos tienes más veces apareces en las búsquedas.

-No incluir los enlaces a la web de la empresa, blogs, u otros perfiles sociales. Esta es una oportunidad única para publicar tu presencia en la red, así que mejor aprovecharla.

-No potenciar la URL de tu perfil. Personaliza la dirección de tu perfil en LinkedIn para que sea fácil de recordar.

-Sumario sin palabras clave. Los motores de búsqueda utilizan keywords para encontrarte, mejor no ponérselo difícil.

-No describir tus cargos, presentes o pasados. Aunque aparezcan las empresas o el nombre del puesto que ocupabas no sirve de nada si no describes las tareas que desempeñabas, responsabilidades, etc.