Sitúa a los empleados primero
1. Contribución a la sociedad. Las marcas que no sean capaces de aportar valor, no sólo a sus clientes sino a toda la sociedad, cada vez tendrán más difícil su supervivencia.
2. Ya no hay fronteras. Ni geográficas, ni entre el mundo offline y online. Hoy es necesario tener una visión de marca holística, integrada, consistente… pero siempre flexible para dar respuesta a diferentes culturas o entornos desde un enfoque común.
3. El poder de la conectividad. Sin importar el soporte (ordenador, tablet, móvil o TV) hoy en día cualquier pantalla es susceptible de convertirse en un generador de experiencias que trabaje a favor de nuestra marca.
4. Cultura de marca. Partiendo de nuestro posicionamiento estratégico debemos ser capaces de darle vida desde una visión corporativa clara, con valores honestos y creíbles, y a través de una personalidad de marca que refleje lo que somos y queremos ser.
5. Los empleados primero. Porque las audiencias externas son la clave del negocio, pero los primeros que deben creer en nuestra marca son nuestros propios empleados.
6. Ama tus raíces. Ser fieles a nuestra herencia y origen. Sea cual sea la historia de tu marca ella es quien te ha traído hasta aquí.
7. Co-labora más. En la era del co-working, la co-creación, la co-generación… el compartir, incluso con nuestros competidores, nos hace más fuertes.
8. El cambio es ya una constante. Estar preparados para adaptarnos, y a ser posible anticiparnos, se ha convertido en el punto de partida para cualquier empresa, en cualquier sector.
9. Busca la diversidad. Porque las diferencias enriquecen nuestra marca. Permiten puntos de vista que se complementan, nos sacan de nuestras áreas de confort y nos obligan a mirar el mundo con los ojos de los demás.
10. Potencia la expresión de tu marca. Hazte ver y oír más lejos, más rápido, mejor. Con lenguajes verbales y visuales sencillos, directos, potentes, capaces no solo de diferenciarnos sino de dejar huella.
Almudena Clemente
Strategy consultant de The Brand Union