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Las marcas aprovechan las tendencias que unen y separan a los votantes de Hillary Clinton y de Donald Trump

Digilant analiza a través del big data los matices entre los tres segmentos de votantes según su edad, la Generación Millennial, la Generación X y los Baby Boom

Los votantes de Clinton prefieren los libros impresos a los digitales, mientras que los de Trump prefieren consumidor contenidos a través de internet. No solo en las ideas políticas se diferencian los candidatos, sino que además sus votantes también se comportan de manera muy diferente. De hecho, los datos de Digilant han puesto de relieve estas diferencias puesto que muchas compañías invierten grandes cantidades de dinero para tratar de contactar con los votantes y hacerles llegar sus mensajes comerciales.  

Aunque más de 100 millones de personas en Estados Unidos están llamadas a las urnas el próximo 8 de noviembre para elegir a su presidente, lo cierto es que la campaña electoral no sólo afecta al entorno político. Por eso, Digilant ha analizado cómo es el perfil de los seguidores tanto de Hillary Clinton como de Donald Trump, estudiando tres segmentos generacionales: Millennials (personas nacidas entre 1980 y 2000), Generación X (entre 1960 y 1980) y Baby Boomers (entre 1946 y 1960). En lugar de analizar a los seguidores de un partido político como una población casi uniforme, Digilant profundiza en estos tres targets a través del Big Data y descubre cómo son en realidad estos votantes estadounidenses: sus preferencias, intereses y comportamientos; a la vez que revela matices importantes que diferencian a estos grupos. Así, los resultados de este estudio aportan información valiosa para los políticos y también para los anunciantes.

Atendiendo a las principales conclusiones del estudio, los partidarios de Hillary Clinton tienen en común su pasión por las artes como forma de entretenimiento. Sin embargo, una mirada más cercana a cada una de las generaciones de partidarios de Clinton revela que la Generación X prefiere disfrutar de estas actividades en el hogar, mientras que los baby boomers son más partidarios de ver arte, cine o teatro fuera de casa. En cuanto a la audiencia millenial, estos se muestran como compradores apasionados, pero no a cualquier precio, ya que buscan oportunidades, como ofertas de viajes, compras sin gastos de envío o promociones estacionales, como el Black Friday y el Cyber Monday en el caso de la Navidad. Asimismo, la mayoría son adictos al fast food, prefieren los restaurantes de comida rápida y son grandes consumidores de alimentos preparados y snacks. Sobre la Generación X, el estudio conluye que tienen gustos caros y son clientes de tiendas exclusivas tanto para vestirse como para decorar sus casas y viajan con frecuencia. Son propietarios de una vivienda, casados y con hijos, y frente a los Millennials que votan a Clinton, disfrutan de la buena mesa y cuidan mucho la alimentación de su familia. Quienes apoyan a Hillary Clinton en esta franja de edad también suelen invertir en su salud personal, practican deportes y actividades al aire libre y consumen agua embotellada, vitaminas y complejos alimenticios. Por su parte, a la audiencia Baby Boom le gustan las antigüedades y objetos de colección. Además, son aficionados al bricolaje -compran estos productos por correo-; van con frecuencia al cine, sobre todo a ver películas de acción; consumen revistas y libros impresos; y suelen hacer donativos a proyectos filantrópicos,
 
Respecto a los partidarios de Donald Trump, el estudio pone de relieve que se trata de un grupo menos homogéneo e incluso se aprecia una mayor diferencia a través de las generaciones. La audiencia Millennial, igual que los votantes de Clinton, son consumistas, pero, en este caso, potentes compradores online (básicamente, ropa, zapatos y accesorios) durante todo el año. Tienen una mayor inclinación a las inversiones (planes de pensiones y fondos de inversión) y son grandes consumidores online, a la vez que seguidores de la actualidad: siguen tanto las noticias de su país como las internacionales, y también las deportivas. En este sentido, son más aficionados al golf y muy fans de las ligas de fútbol americano, de beisbol y de los Juegos Olímpicos. Por su parte, los partidarios de Trump de la Generación X optan mayoritariamente por pasar el tiempo en la red, ya sea jugando a videojuegos o escuchando música por streaming. Asimismo, compran en cadenas de tiendas físicas los productos de casa y para el jardín (como Walmart y Walgreens) y quien toma las decisiones de compra en casa suele ser la persona de mayor nivel adquisitivo en la pareja. Por último, los Baby Boom son entusiastas de los gadget y descargan contenidos de internet con  mucha frecuencia, además de coincidir con los seguidores de Clinton en cuanto a su gusto por las antigüedades y el coleccionismo. Son golosos y les encanta hacer en casa galletas y  postres; y en su caso hacen las compras mayoritariamente a través de catálogos de venta por correo. También una gran parte aprovechan descuentos para comprar billetes para viajar y están muy atentos a ofertas de hoteles y cruceros.

A la vista de este estudio, parece que las marcas y los anunciantes que busquen capitalizar las elecciones presidenciales en Estados Unidos deberían alejarse de análisis que sólo toman en cuenta la orientación de votantes basada únicamente en la afinidad con los candidatos, y empezar a tomar en consideración una multitud de datos disponibles.