Memorias de una junior española en Cannes Lions (parte I)

por Nagore Mieres

Si, como decía Albert Einstein, “la creatividad es la inteligencia divirtiéndose” el Festival Internacional Cannes Lions debe ser el mayor parque de atracciones del mundo. Un perfecto espacio de encuentro entre agencias y anunciantes, Cannes Lions es el lugar donde surgen las oportunidades y se reconocen los grandes trabajos. El festival es también un altavoz para los jóvenes profesionales de la industria a los que se les ofrece la posibilidad de mostrar su talento y defender a su país como Young Lions. Y ahí estábamos nosotras, por segundo año consecutivo representando a España en la categoría de medios.

Un briefing, poco más de veinticuatro horas de trabajo y apenas cinco minutos de presentación. Esas eran las normas y con esa presión nos vimos obligadas a trabajar. Competimos contra compañeros de treinta países con formas muy diferentes de entender la comunicación y bajo niveles de exigencia muy elevados. El jurado, formado por profesionales expertos de la publicidad y los medios, añadía todavía más realismo a la competición porque éramos evaluados bajo las mismas condiciones con las que se nos valoraría en el mundo real.

Un mundo en el que creo que resulta fundamental creer en tus ideas, porque cuando tienes que defenderlas ante un público crítico y experto es necesario hacerlo con solidez y seguridad, y así lo hicimos cuando presentamos nuestra propuesta para Naciones Unidas. El briefing planteaba un ejercicio muy amplio sobre un tema que no esperábamos: el desafío de la educación en el mundo. La falta de unas directrices definidas siempre inquieta un poco, es verdad que cuando todo depende de ti y de tu criterio para entender el ejercicio la presión aumenta, pero cuando consigues darle la vuelta y convertirlo en una oportunidad, es entonces cuando se produce la magia. Teníamos un target muy extenso y necesitábamos un insight que lograra alcanzarlo por completo; por eso creímos que apelar al sentimiento humano sería la mejor forma de dirigirnos a él: “La vida trata sobre estar en el lugar adecuado en el momento adecuado”; les dijimos. ¿Quién no habría pensado en esto alguna vez? ¿Quién podría decirnos que el simple hecho de nacer en un país u otro no condiciona por completo tu vida, tu acceso a la educación y por tanto, te define como persona? Lo teníamos. Era una idea con mucha carga emocional que necesitábamos activar de una forma muy disruptiva. Por eso quisimos mostrar un mundo en el que todos perdiéramos porque las mentes maravillosas que ha habido a lo largo de la historia desaparecieran por no haber tenido acceso a la educación. Les enseñamos lo que supone para todos el no tener la posibilidad de ir a la escuela, quitándoles comodidades que damos por sentadas; molestando un poquito.

En la imagen, Nagore Mieres junto a su compañera Paola Castiel durante el concurso en los Young Cannes Lions 2016

Y parece que, con algo de suerte y mucho trabajo, conseguimos sacar lo máximo de aquella oportunidad que nos habían brindado. Que habíamos defendido nuestra propuesta con mucha pasión, fue lo que nos dijeron cuando subimos a recoger el premio ¿cómo no, si pensábamos en ella cada segundo? Creo que cualquier profesional cuando consigue crear algo en lo que se reconoce, deja su forma de hacer marcada por una huella que se ve reflejada en sus futuros trabajos. Por eso Cannes Lions tiene tanto valor, porque todo es una fuente de aprendizaje, cada charla, cada persona que conoces, e incluso tú mismo.

David Droga nos enseñó que creer en tu cliente y en su proyecto es esencial para hacer grandes cosas. Bueno, a lo mejor no nos lo enseñó él, a lo mejor ya lo habíamos oído antes, pero su conferencia fue para nosotras una confirmación. Uno de los problemas –aunque también de las virtudes– de nuestra industria es, probablemente, que las palabras tienen un gran peso y parece que dicen mucho cuando, en ocasiones, no dicen nada. Sin embargo, en las charlas en Cannes las palabras están cargadas de verdades. Durante las conferencias a veces tienes la sensación de que un miembro de la organización va a pasar a tu lado y te va a pedir que abones un extra, “Disculpa pero los 10 consejos de John C Jay para jóvenes diseñadores no están incluidos en el paquete, si quieres quedarte…”; pero eso no sucede y eres uno de los afortunados de estar en esa sala escuchando lo que tiene que decir.

Cannes Lions no es una experiencia que se pueda vivir a medias, hay que volver exhausto para sentir que la has aprovechado como se merecía. El festival te empuja a dar todo lo que llevas dentro; todo lo que eres se queda en cada rincón de la ciudad y así tú vuelves a casa impregnado de lo mejor de otros, de lo mejor de los mejores.