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Un 90% de los españoles compra marcas blancas

Para el 93% el precio ya es el factor clave a la hora de llenar la cesta de la compra.

En los últimos seis ejercicio el avance de las marcas del distribuidor, comúnmente conocida como marcas blancas, ante las marcas comerciales ha sido progresivo, aumentando su peso en la cesta de la compra de los españoles año tras año. No extraña por tanto que actualmente el 89% de los españoles compre marcas blancas en sus desplazamientos al supermercado y para el 93% el precio sea el factor clave a la hora de llenar sus cestas, según un Barómetro de la consultora Grayling. Es mñás, un 68,5% de lso compradores asegura que selecciona el establecimiento comercial en función de su marca blanca. Y un 70% considera que sus productos tienen igual o mayor calidad que las primeras marcas.

Los datos del análisis muestran que la marca blanca goza en nuestro país de gran aceptación por parte del comprador, especialmente en las secciones de alimentación, limpieza, y cosmética e higiene personal en las que, respectivamente, el 94%, el 87,5% y el 64% de los encuestados han asegurado optar por productos genéricos habitualmente. Les siguen los productos genéricos textiles (49%), deportivos (42%) y los electrodomésticos de marca blanca (22%).

Los datos dejan claro que el consumidor apuesta por aquellos productos que le proporcionan la mejor relación calidad precio. Resulta igualmente destacable que sólo un 3% del censo asegure haber tenido experiencias negativas a causa del consumo o la utilización de productos genéricos.

El 82% del censo cree que las marcas blancas son producidas por los mismos fabricantes que elaboran las primeras marcas. Un porcentaje nada despreciable de encuestados (65%) cree, además, que la existencia de marcas blancas afecta positivamente al auge del empleo. En cualquier caso, la gran confianza en las marcas blancas parece que no llega a estandarizar el producto genérico como totalmente aceptable para determinados usos: el 66% de los encuestados afirma con rotundidad no haber utilizado nunca marcas blancas para hacer un regalo.