‘Mujeres Invisibles’ de Ayuda en Acción, premio Internet 2013

La campaña ha sido desarrollada por Kitchen

La campaña Mujeres invisibles, desarrollada por La agencia que tiene por nombre Kitchen para Ayuda en Acción, ha recibido el primer premio en la categoría Cultural y Social de los Premios Internet de la Asociación de Usuarios de Internet.
Esta campaña tenía como objetivo posicionar a Ayuda en Acción y dar a conocer su labor de más de 30 años en la defensa de los derechos de las mujeres. Desde Kitchen se ideó una campaña basada en el storytelling, que conectase de una forma sencilla, emotiva y eficaz con el target, no sólo posicionando a la ONG en el activismo y la defensa de los desfavorecidos, si no también generando un retorno directo vía donaciones.

El primer hito de la campaña coincidió con la celebración de lredes, el tercer Congreso Iberoamericano de Redes Sociales, que además coincidió con la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. A modo teaser, se diseñó una acción sorpresa para conseguir un gran impacto en redes sociales, que contó con el apoyo de de la organización del congreso y de varios “influencers”. La moderadora de la mesa, Manuela Battaglini, presidenta de AERCO, fue invisible durante unos instantes en los que se le podía escuchar pero no ver. La acción simultánea de cientos de personas tuiteando el mensaje “#Iredes apoya a las #mujeresinvisibles” provocó que la moderadora se volviese visible.
Esta acción, que supuso el lanzamiento de la campaña, fue trending topic en nuestro país y logró que varios personajes conocidos se sumasen a la iniciativa de Ayuda en Acción como la periodista Ana Pastor. A partir de este momento se activó una web diseñada para captar leads y generar expectación, y se generaron piezas gráficas para exterior y piezas interactivas paramedios digitales. El 19 de marzo se lanzó la pieza central de la campaña “Hagamos visibles a las mujeres invisibles” con una acción de street-marketing con el objetivo de recaudar fondos para Mujeres de Mapel y Refugio-hogar de Fundación Kirira.

Las calles de Madrid se convirtieron en el escenario improvisado en el que un actor presentaba a su amiga invisible Rosa, una mujer emprendedora de Ecuador. El estupor y el asombro de las personas terminaba con una explicación unos metros más adelante donde se entregaban unos folletos explicativos en el que se visualizaba la petición de ayuda a través de una plataforma de donaciones.
Esta acción se grabó y se difundió en ecosistema digital de la marca para llegar a más gente. El contenido se dividió en dos partes; en la primera se mostraba a las mujeres invisibles y después de la donación, mediante SMS, se recibía un código que permitía visualizar a la mujer invisible que acababan de ayudar. Esta acción también se trasladó a publicidad exterior mediante marquesinas interactivas a través de códigos bidi, que permitían difundir el mensaje y ayudar a estas mujeres de una forma sencilla.
La acción tuvo una gran acogida en medios de comunicación y redes sociales, generando un alto nivel de interacciones y nuevas adhesiones, como la de los jugadores del Betis.