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Barcelona es mejor de lo que parece

Gonzalo Bernardos Domínguez, profesor de la Universidad de Barcelona

Hace unos días, la empresa Evercom, una de las principales consultoras de comunicación y estrategia digital del mercado español, presentó el primer análisis de la reputación de la marca Barcelona en Internet.

Las conclusiones del análisis son muy valiosas para la mejora de la reputación de la ciudad. Entre enero y septiembre de 2021, la capital catalana consiguió generar un elevado interés mediático en la gran red. Así lo demuestran las 2.617.563 veces que su nombre apareció en páginas en catalán, castellano, francés, inglés y alemán.

En el estudio tienen un gran predominio las menciones referidas a la política (53%) y el turismo (27%). Las primeras están estrechamente relacionadas con la repercusión de los importantes acontecimientos del reciente pasado; las segundas con el gran atractivo que la ciudad posee para los turistas, incluso en un período donde las restricciones a la movilidad dificultaban visitarla.

No obstante, según mi perspectiva, los datos más interesantes son las citas vinculadas al emprendimiento y la competitividad (12%) y la investigación y el conocimiento (5%). Unas referencias, especialmente si tienen carácter internacional, que elevan el prestigio de la ciudad y atraen talento. En otras palabras, profesionales cualificados que pretenden crear empresas, desarrollar actividades comerciales e industriales o trabajar en sus universidades y centros de investigación.

Desde mi perspectiva, los anteriores porcentajes son bajos y no están en consonancia con la potencia que la ciudad posee en los anteriores ámbitos, pues Barcelona es la tercera ciudad en innovación digital, la octava preferida para hacer negocios y la quinta europea en producción científica.

En materia de emprendimiento, denota la escasa repercusión de muchos de los proyectos llevados a cabo por empresas ya existentes y startups. Una característica de la que salvaría a las compañías digitales, pues una magnífica publicidad les es imprescindible. En numerosos casos, les permite atraer inversiones con las que financiar las pérdidas de las primeras fases del desarrollo de sus negocios.

En lo que se refiere a ciencia y conocimiento observo tres problemas: una gran parte de la investigación es básica (ciencia pura), es desarrollada en universidades públicas y la mayoría de los científicos tienen escasas dotes comerciales y poco interés por hacer llegar al conjunto de los ciudadanos los éxitos logrados.

La primera característica la hace menos atractiva para los medios de comunicación que la aplicada, tal como sería el desarrollo de un fármaco o un producto industrial. La segunda complica su divulgación al gran público, pues las anteriores universidades utilizan muy poco las principales técnicas de marketing. La tercera hace que el nuevo hallazgo se quede entre un grupo reducido y selecto de profesionales.

El Ayuntamiento y la Generalitat deben actuar para superar los anteriores problemas y lograr que la capital catalana aumente considerablemente la calidad  y cantidad de sus menciones. En la actualidad, Barcelona es mejor de lo que parece y, como mínimo, las autoridades deben conseguir que su imagen refleje lo que verdaderamente es. Si así sucede, todos saldremos ganando, pues el dinero invertido en la operación generará una gran rentabilidad económica, científica y social.


Gonzalo Bernardos Domínguez es:
Licenciado en Económicas (1989)
Doctor en Economía por la Universidad de Barcelona (1994).
Premio Extraordinario de la Facultad de Económicas.
Profesor Titular de Universidad del Departamento de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona (UB).
Profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Creador del Graduado de Estudios Inmobiliarios y de la Construcción.
Director del Máster de Asesoría y Consultoría Inmobiliaria de la UB.
Director del Máster de Creación, Gestión y Desarrollo de Franquicias de la UB.
Autor y Director del Informe Inmobiliario Forcadell – Universitat de Barcelona.
Autor de 36 libros.