Por Blanca Rochela - @blancarochela.
Ay, lo importante que es una buena búsqueda... Pasar horas en la red, de perfil en perfil, buscando ese “no sé qué” que te engancha, que conecta con tu marca y que sabes que esa es la persona que va a darle el toque personal que buscas.
Por supuesto que hay otros datos importantes, ¡y muy importantes! Pero la conexión, compartir valores, una estética cuidada, un lenguaje y destreza que te representan: eso es lo que buscas de verdad.
El mundo del Influence Marketing va irremediablemente hacia un trabajo automático que pronto empezarán a hacer las máquinas. Ya existen infinidad de herramientas que, dándole a un botón, te sacan una selección acorde a las variables que buscas. Sin entrar siquiera en sus perfiles ni teniendo que llamar de representante en representante, te facilitan el perfil sociodemográfico de la comunidad del influencer, que te dan una cantidad de datos altamente importantes para crear el hunting adecuado: cifras de alcance estimado; engagement medio y engagement rate de sus publicaciones; “calidad” de sus seguidores (si son fake o si tienen también cierta influencia), un gran etc. ¡e incluso marcas anteriores con las que han trabajado!
Un buen análisis de toda esta información te da una gran visión de los perfiles que tienes delante, que puedes ya conocer por pertenecer al grupo de la macroinfluencia, otros que te pueden sonar algo o, incluso, otros que no conozcas de nada, sobre todo si ese proyecto va a centrarse en microinfluencers, siempre tan importantes por su alto poder de prescripción. Conocer profundamente a las personas que vas a contratar es básico para el éxito de un buen hunting y, por consiguiente, de una buena campaña. Vas a darle el poder de hablar en nombre de tu marca, ¡nunca lo olvides!
Pero vayamos al inicio, ¿debemos SIEMPRE utilizar influencers? No, claro que no, el objetivo de cada campaña marcará en qué medios o territorios debemos trabajar e invertir. Es importante no empezar la casa por el tejado y decir “quiero trabajar con este influencer o este otro” y desde ahí, empezar a construir, no, ¡error!
Piensa tu campaña, tu objetivo, tu target, tu concepto, el mensaje que quieres transmitir. Y entonces, cuando tengas claro que quieres apostar por Influence Marketing, en ese momento, empieza a buscar caras. Localiza gente que conecta con su comunidad como pocas marcas consiguen hacer, esos que realmente compartan tus mismos valores, esa gente a la que le darías el poder de hacer grande tu producto, a la que le dejarías un fin de semana a tu bebé mimado.
Y ojo, que tan importante como un buen hunting, es el llegar a un punto común. Defiende el mensaje de tu marca pero déjate aconsejar, no intentes guionizarles hasta la última coma: construye a su lado. Al fin y al cabo, son ellos los que tienen miles o millones de fieles seguidores... y justo a esa comunidad, es a la que tú quieres llegar.
No hay secretos: investiga y utiliza las herramientas que te permitan tener información relevante. Pero no pierdas “el toque”, ese punto mágico que todos buscamos, ese que se consigue con mimo, con la mirada puesta en el análisis y con el expertise de trabajar día a día y mano a mano con las nuevas celebrities de los jóvenes, esas que en pocos años han conseguido hablarle de tú a tú a la querida televisión.
El hombre contra la máquina, ¿a quién prefieres tú?
Blanca Rochela es Periodista y especialista en Marketing digital. Comenzó su carrera en TVE Aragón y Punto Radio Barcelona, aunque pronto dio al salto al sector de la Publicidad. Con más de 6 años de experiencia, en 2016 es fichada por Isobar, del Grupo japonés Dentsu Aegis Network, donde actualmente es Directora de Cuentas y responsable del equipo de Influence Marketing para The Coca-Cola Company.