Space Trash Signs es un proyecto creado por Serviceplan para acercar esta problemática al público general y que cuenta con apoyo de diferentes organizaciones a nivel mundial: desde expertos de la Agencia Espacial Europea hasta empresas espaciales americanas como Privateer o entidades niponas de eliminación de residuos espaciales como Astroscale. La campaña parte del estudio de diseño Moby Digg, el artista visual Frank Gräfe, el diseñador de sonido Jürgen Branz y los artistas CGI Non Zero y también cuenta con la colaboración de universidades, museos, medios de comunicación y activistas.
El objetivo del proyecto es concienciar a la población antes del Comité de Naciones Unidas sobre el uso pacífico del espacio ultraterrestre (UN COPUOS), que se celebrará en junio de este año, para que el público demande un cambio a sus gobiernos. La iniciativa cuenta con nuevas constelaciones hechas a partir de inteligenica artificial y que conectn diferentes elementos de basura espacial. Cada constelación es representativa de una manera diferente de contaminación espacial.
Se han creado diferentes constelaciones como ‘The Broken Compass’ (‘La brújula rota) o ‘The Great 404’, que ponen el foco en problemas como la pérdida de señal de navegación o la limitación de internet -situaciones que se podrían dar si la creciente basura espacial destruyera satélites o infraestructuras de vital importancia para nuestro planeta-.
El proyecto acerca esta realidad al público a través de experiencias en más de 700 planetarios alrededor del mundo y colaboraciones con aplicaciones de visualización de estrellas de realidad aumentada. Todas estas activaciones están siempre enlazadas a la web oficial de la campaña, donde se puede encontrar más información, así como diferentes peticiones para exigir un cambio a los representantes de la ciudadanía.
Gracias a la colaboración de la iniciativa con la empresa cofundada por Steve Wozniak, Privateer, se pueden observar estos residuos espaciales en tiempo real, ya que se conoce su posición, velocidad, forma, tamaño… e incluso el coste estimado que supondría su eliminación.
La iniciativa incluye videos, fotos, gráficas y toda una serie de activaciones que pretenden concienciar a la población del problema real que suponen estos residuos y de la amenaza real que son hacia nuestra forma de vida actual y sobre lo que se sustenta.
