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La conversación ciudadana entorno a Europa está llena de hate

Las temáticas de conversación de los ciudadanos en X sobre Europa y las elecciones son principalmente negativas, a diferencia de las conversaciones mantenidas en la Eurobubble. Además, los españoles están más interesados en el cambio climático que el resto de la unión

Entre el 6 y el 9 de junio de este 2024 se celebrarán las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Esta cita electoral se ve inmersa en un panorama geopolítico inestable y rodeada de grande desafíos. La ciudadanía que decidirá el futuro de la región en los próximos años debate y expresa su preocupación a través de diferentes medios, también X (antes Twitter). 

El estudio publicado por LLYC analiza la conversación de los europeos entorno a estas próximas elecciones y la compara con la de la Eurobubble, la comunidad trabajando y opinando sobre temas europeos en Bruselas. 

La conversación ciudadana en Europa ha resultado estar llena de odio y hate, ya que el sentimiento predominante entre los europeos es negativo. El 60% de las menciones analizadas en las conversaciones sobre autonomía estratégica y ampliación lo son, un porcentaje que se reduce algo para las temáticas de cambio climático y competitividad (en torno a un 50% del total). Sin embargo, la Eurobubble es más positiva en su discurso sobre estos temas, sobre todo en los considerados como clave. Destaca su positivismo en la lucha contra el cambio climático y la competitividad. Desde el estudio, se destaca que una opinión más formada como la que puede tener la Eurobubble, distancia sus reacciones de la emocionalidad. 

Entre los temas que más preocupan a los europeos encontramos el auge de los populismos iliberales. Tanto los ciudadanos como la Eurobubble han expuesto altos niveles de preocupación por el aumento de los autoritarismos. El país a la cabeza de estas conversaciones es Polonia. 

En lo que respecta a competitividad, los europeos no están demasiados interesados en la conversación, ya que solo un 5% de la actividad se relaciona con este tema y la mayoría de los involucrados son alemanes y españoles.  

El cambio climático, sin embargo, si es un tema recurrente y no de manera positiva. Los europeos no compran el optimismo con el que se les vende la lucha contra el cambio climático por parte de los expertos. En general, la Eurobubble se muestra más receptiva en estos temas y es que el liderazgo climático europeo, el impulso a las energías renovables y la reciente aprobación de la Net Zero Industry Act compensan ampliamente los argumentos más críticos. Los españoles vuelven a ser de nuevo de los más interesados en este tema en comparación con sus vecinos, llegando al 8% de preocupación frente a una media del 4%.

La conocida como vieja Europa -alemanes, italianos y franceses-, muestran niveles de hostilidad más elevados en la conversación sobre defensa y ampliación, política exterior y vecindad que el resto de Europa. 

Una de los pocos temas donde ciudadanos y Eurobubble coinciden es la necesidad de incrementar la autonomía de la UE, pero valoran de forma opuesta su impacto en la soberanía nacional. Ambos grupos están de acuerdo en la necesidad de diversificar el suministro energético y de materias primas críticas así como acelerar la reindustrialización. Pese a ello, los ciudadanos muestran su frustración ante una posible pérdida de soberanía nacional. Ambos coinciden también en la necesidad de impulsar la digitalización pero discrepan en el impacto de la regulación. Los dos grupos están de acuerdo en la necesidad de adoptar nuevas tecnologías digitales para mejorar la competitividad europea. Sin embargo, discrepan en su valoración sobre ciertas regulaciones clave como la Digital Services Act.

Imagen de cabecera: Freepik