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Tendencias en comunicación para 2014

Ana Pereira

Cambiamos de año y con ello formulamos nuestros buenos propósitos, hacemos balance de lo que dio de sí el año que acaba de terminar y nos gusta pronosticar lo que puede ocurrir en el que estrenamos. Este ritual lo aplicaré en estas líneas y por deformación profesional al ámbito de la Comunicación para hablar de tendencias en 2014.
En un mundo globalizado y en el que la tecnología hecha smartphone permite que todos estemos conectados con todos en tiempo real, las redes sociales están transformando los modelos de comunicación también en la empresa y este año veremos su afianzamiento.
No hace falta una bola de adivina para pronosticar que este año será el de la consolidación de las redes sociales en el smartphone y que esta circunstancia deberemos tenerla muy en cuenta a la hora de elaborar nuestros planes y estrategias de comunicación. ¿Exagero?, todo lo contrario:
Según datos de la consultora IDC, en este año 2014 que acabamos de comenzar el número de los llamados smartphones alcanzará la cifra de mil millones en todo el mundo. O lo que es lo mismo, mil millones de personas estarán en posesión de uno de esos teléfonos inteligentes y por lo tanto mil millones de personas tendrán la posibilidad de interactuar las unas con las otras. En 2014, la Red ya no será solamente la Red, sino que será la Red social por excelencia.
Si tenemos en cuenta, siempre según datos de la mencionada consultora, que el 91% de quienes acceden a internet desde su smartphone lo hacen para consultar las redes sociales, se abre ante nosotros y ante nuestros negocios un sinfín de posibilidades en la combinación de redes sociales y teléfonos inteligentes y, lo que es más importante, un potencial que no debemos desestimar ni mucho menos desaprovechar porque, por ejemplo y siguiendo con la cascada de datos, el 30% de los consumidores usa el móvil para realizar sus compras.
Redes sociales, que por si alguien aún albergaba alguna duda, han demostrado con creces que han llegado para quedarse, lo cual avalan cifras tan contundentes como los más de mil millones de usuarios de Facebook en todo el mundo de los cuales la mitad se conecta a través de su dispositivo móvil; o los 500 millones de usuarios de Twitter de los cuales más del 60% accede vía móvil.
Y si alguien piensa que los usuarios que hay detrás de esos datos están muy lejos de casa, ya que hablamos tanto de China como de Noruega, le recuerdo que la viralidad es un concepto que no conoce fronteras; y para muestra cualquiera de los vídeos que triunfan en YouTube y cuyos millones de visitas son de usuarios repartidos a lo largo y ancho del globo terráqueo.
Aunque estamos hablando de datos globales, hay que decir que en España, aún con nuestras peculiaridades también seguimos esa estela. Y así, según los resultados del IV Estudio Anual de Redes Sociales elaborado por iab Spain Research, en 2012 un 56% de los usuarios que accedieron a las redes sociales lo hicieron a través del móvil (mientras que en 2011 lo hizo un 38%). A Facebook llegan el 96% de los internautas españoles a través de su dispositivo móvil, mientras que a Twitter lo hace el 60% de los mismos.
¿Y para que nos sirve a los que nos dedicamos a la comunicación todo este atracón de datos y porcentajes? Pues sin duda para convencer a muchos de nuestros jefes o clientes, escépticos los unos y aún reticentes los otros, tanto de la importancia de usar las redes sociales como de aprovechar su potencial; y hacer cambiar de opinión a quienes piensan que es una moda pasajera y sobre todo algo de otra generación que no va con ellos. Les parece muy bien que sus hijos las usen, pero a ellos no le ven ni utilidad ni rentabilidad para su negocio.
Subestimar la capacidad de las redes sociales es un error muy común. El hecho de que la inmensa mayoría de nuestros prescriptores, clientes, usuarios, stakeholders, accionistas y empleados disponga a día de hoy ya de un smartphone y que lo use tal y como indican las estadísticas para acceder a las redes sociales, no solo nos ofrece una enorme cantidad de posibilidades para nuestro negocio, sino que hace que el conocerlas y usarlas sea para empresas y Administración pública casi una obligación. Aunque no se trata simplemente de hacer uso de las redes por hacerlo, sino que deberemos saber para qué las queremos y cómo vamos a emplearlas.
Con una estrategia de comunicación online adecuada podremos rentabilizarlas y sacar partido de sus ventajas, al mismo tiempo que saber contener posibles efectos negativos que, por qué no decirlo, también pueden tenerlos. Y para comprobar que no me excedo en atribuirles poder no hay más que buscar en la hemeroteca global que es internet y echar un vistazo a las empresas que para poder limpiar su reputación online a causa de una crisis han tenido que lidiar en la arena de las redes sociales y conocen de primera mano la capacidad, el alcance y en ocasiones la virulencia de las mismas.
Seguramente nos habría costado creer a quien en 2004 nos hubiera dicho que en 2014 compartiríamos nuestros mejores deseos navideños en el muro de una red social llamada Facebook, que tanto Messenger como el SMS dejarían paso a una aplicación en el móvil llamada WhatsApp, la cual nos permitiría chatear gratis para felicitar las fiestas; o que podríamos seguir en directo las campanadas de fin de año desde el otro lado del charco a través de un iPhone. Pero sin embargo así ha sido porque la tecnología, a diferencia de lo que nos pasa a los mortales, no envejece con el paso del tiempo sino que madura y mejora para ofrecernos posibilidades de comunicación más cómodas para nosotros. No aprovecharlas o darles la espalda puede ser aún mucho más peligroso que el riesgo que puede suponernos el hacer uso de las mismas. Eso sí: para nuestro negocio siempre conviene hacerlo de la mano y confiando en el asesoramiento de nuestro equipo de comunicación, quien si no lo ha hecho aún, debería ponerse como buen propósito para este 2014 convertirse en un experto en comunicación online si quiere ganar la partida también en el tablero de las redes sociales.

Ana Pereira, consultora sénior de Estudio de Comunicación