La marca española prepara su lanzamiento mundial el 29 de octubre a través de la plataforma de crowdfounding Indiegogo
La bicicleta eléctrica es un medio de transporte que se está convirtiendo en la mejor opción para circular por la ciudad de forma eficiente y sostenible en el mundo de la movilidad. Hasta ahora, la evolución del uso de la bicicleta eléctrica urbana en España ha sido lenta por dos razones principales: son caras y pesadas.
Para hacer frente a esos obstáculos, nacen las bicicletas eléctricas de Capri (CAPRI) con el objetivo de alcanzar un tamaño y rendimiento óptimo para cumplir las expectativas de los consumidores. El nuevo modelo eléctrico es ligero, discreto y con un precio asequible (desde 1.075 y 1.275 euros). Fabricadas en Europa, cuentan con componentes de fabricantes como el de los sillines de Brooks England y otros de origen italiano, alemán o francés.
La bicicleta eléctrica de CAPRI se caracteriza por ser práctica, manteniendo el estilo clásico sin renunciar a la innovación y última tecnología. Algunas de sus especificaciones son: Practicidad (definida como “la bicicleta invisible” por sus creadores, sus piezas están diseñadas para hacerla más cómoda de transportar y aportarle un toque retro sin que parezca que cuenta con energía extra y también con la posibilidad de ser utilizada como una bicicleta normal, sin necesidad de batería; Autonomía (con un motor de 250W de tamaño ultra compacto, tiene un peso muy reducido, pudiéndose transportar la batería de forma cómoda para cargarla en cualquier lugar; Personalizable (las bicicletas están disponibles en colores metalizados inspirados en los coches clásicos de finales de los 70 y en dos formatos de cuadro unisex, en barra alta (modelo METZ y METZ+) y baja (modelo AZUR); Elegante y atemporal (bicicleta con un alto valor estético de estilo vintage y minimalista).
La bicicleta eléctrica de Capri estará a la venta en su campaña de lanzamiento exclusivo, en capribikes.com y más adelante, para venta regular, en Biciclasica.com. El objetivo de la marca es reducir la huella de carbono en la fabricación de sus bicicletas, y ayudar a mantener una industria europea que ha sufrido una alta deslocalización a los países asiáticos.