Actualidad

La fuerza del enemigo

Por Nicolás Landauro Constanzo. Publicista BBDO Chile. Columnista.

Una taza de café sonando de fondo, audífonos y Pearl Jam dándole aroma a mis oídos.
Con este contexto les cuento una historia con un año de antigüedad.

Viernes 27 de Abril 2018, 17:55 hrs. Tres publicistas son citados a la oficina del director comercial de la agencia. “Muchachos, desde el lunes ya no contaremos más con sus servicios…” Sólo hasta “servicios” escuché, el resto fue bloqueado, no quise escuchar más, ni motivos, ni palabras lindas clásicas en momentos así, nada. Yo ya estaba pensando en lo que venía mañana.

El 29 de Mayo 2018 recibo una llamada. “Nicolás, te habla Pablo. Jefe de recursos humanos de BBDO y te llamo para darte la bienvenida a la agencia…” Sólo hasta “agencia” escuché, el resto fue bloqueado, no pude escuchar más, ni motivos de mi selección, ni palabras lindas clásicas en momentos así, nada. Ya estaba celebrando y saltando sobre la cama de alegría, ya pensaba en lo que venía mañana.

Estos son 2 momentos que nunca olvidaré. Pero no son estos hitos los que me marcarán como profesional. La real historia está entre lo que pasó el 27 de abril y el 29 de mayo.

Fueron 13 entrevistas en total. Ofertas económicas paupérrimas, sueldos soñados, agencias chicas, medianas y grandes. Como redactor creativo, como social media, como community manager, como cuentas, como branded content, daba lo mismo, quería trabajar y me sentía capacitado para todo.
Siempre, en cada entrevista advertí lo mismo “el nombre del cargo no me va a cambiar la vida, sólo quiero trabajar”. Eran áreas que conocía y sabía que en caso contrario, podía aprender rápidamente. Sentía que en cada entrevista crecía más y más, como una ola llena de furia.
Lo que aprendí en la primera entrevista, lo implementé en la segunda. Lo que aprendí en la segunda rápidamente era integrado a mi discurso en la tercera y así, hasta llegar con uno contundente y robusto.

De cada entrevista rescaté lo mejor y lo peor. Estar cesante es desmotivante e incluso triste. Pero eso no implicó en que pierda las ganas de aprender y motivar mi creatividad. Es más fue la temporada donde más libros me compré, 12 para ser exacto. No podía dejar de leer, sentía que eso me recargaba de energía y confieso que en más de alguna entrevista, usé frases o palabras que venían fresquitas de alguno de los libros.

La terrible situación de estar sin trabajo, la usé a mi favor.
Me volví un fanático de los estudios, quería saber más de otras cosas, usé el tiempo para conocer gente, tuve muchos juntas con amigos de la industria que me aconsejaban (para qué hablar del apoyo familiar y de mi círculo cercano). Salí a muchas fiestas, caminé por donde pude, observé, pensé, escribí mucho, me motivé, me quise convertir en alguien distinto, me quise renovar por completo.

Estar sin trabajo duele, ese espresso doble que tanto me gusta ya no corría todos los días. Muchas veces me fui caminando a las entrevistas porque no tenía plata para pagar el transporte público.

Sé que un mes de cesantía es un chiste al lado de la realidad de muchos, lo sé, no me destruyan por este ejemplo irrisorio. Sólo quiero relatar y contarles con esto, que creo fielmente que debemos cambiar el chip, creo que debemos usar la fuerza del enemigo y del destino a nuestro favor.

Sólo nosotros podemos dar vuelta la página, nadie más lo hará por nosotros. Convicción, fuerza de voluntad y cojones son los 3 ingredientes que necesitamos para que el plato quede rico en cada cena con la cesantía.

Amigos les confieso que creo que no conseguí paga por talento, por CV o por mi Behance, lo conseguí por ser porfiado con mi presente y por tener entre ceja y ceja ser el mejor en lo que esté haciendo.

Todo, absolutamente todo lo que nos pase son descomunales oportunidades para ser el que queremos y merecemos ser. Esta es la vida que elegimos, esto es pacto personal con nuestro corazón.

Viernes 27 de Abril del 2018, 18:00 hrs. oficialmente me convertí en un cesante.
“Nicolás, desde el lunes ya no tienes trabajo…” Sólo hasta “trabajo” escuché, el resto fue bloqueado, no quise escuchar más, ni motivos, ni palabras lindas clásicas en momentos así, nada.

Yo ya estaba pensando en lo que venía mañana.

Saludos.



 
Nico Landauro Constanzo es un publicitario chileno que actualmente forma parte de BBDO Chile
Mención en Marketing y Licenciado en Comunicación por la UNAB, es igualmente diplomado en Marketing Social y Responsabilidad Social Empresarial por la PUC y Máster en Gestión Educacional por IEDE.
Académico, escritor y columnista.