En España, más de 750 mil establecimientos comerciales pertenecen al sector retail, según los datos aportados por Infoautónomos. El sector retail es motor de impulso de la economía y el empleo españoles y el modo de vida de muchos autónomos y pequeñas empresas que desarrollan su labor profesional en el comercio minorista.
La venta al por menor se desarrolla directamente entre la empresa comercial, último enlace de la cadena de distribución, y el cliente final. El retail es un sector muy amplio que abarca diferentes modelos de negocios, siendo un importante motor económico en España. Supone el 5,5% del PIB español y lo constituyen casi 757.537 establecimientos, más del 16% del total de establecimiento en la economía española. El retail representa cerca del 20% del empleo de nacional y alberga al 26% de los autónomos conforme a los datos aportados en 2016 por la Confederación Española del Comercio.
La crisis económica afectó negativamente al sector, por lo que durante siete años consecutivos, registró pérdidas millonarias por la caída del consumo influyendo, especialmente en los comercios de una sola tienda. 2015 fue el año de la recuperación para el comercio minorista. El sector retail repuntó y según los últimos datos del Índice General del Comercio Minorista de 2016, después de 7 años de caídas, la tendencia de los últimos 21 meses es el crecimiento y la creación de nuevos puestos de trabajo. En 2016 el comercio minorista creció un 3,6% respecto al año anterior. La inversión en 2017 y 2018 alcanzan cifras récord. En 2018, las previsiones de inversión en el sector retail alcanza los 4.000 millones de euros.
Según la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) la favorable evolución del paro, la moderación de los precios y la menor presión fiscal han permitido incrementar la renta de los hogares y reforzar la confianza del consumidor, factores que influyen decisivamente en la recuperación del comercio. Pero es precisamente el Índice de Confianza del Consumidor, elaborado por el CIS, el que en los últimos meses sigue una tendencia desigual que va desde el decrecimiento por la incertidumbre política hasta el incremento por la época estival y vacacional.
Es evidente que una característica común entre las empresas de retail es el canal de venta, que en los últimos tiempos ha experimentado cambios importantes y cuenta con otro modelo, el del comercio electrónico. Las tiendas y los locales comerciales de siempre han sido invadidos por la revolución digital del e-commerce o comercio electrónico minorista que en los últimos cuatro años sigue una tendencia al alza en España. Según el Informe sobre Tendencias de Medios de Pago 2015 de Tecnocom, la venta online supone un tercio de la facturación del comercio minorista. Ante estas cifras, el comercio minorista tradicional ve en el progresivo crecimiento del e-commerce motivo de preocupación y competencia. Pero otros profesionales del retail ven también la oportunidad que supone para llegar a nuevos clientes y mercados, atendiendo a la globalidad, rapidez y a los nuevos hábitos de compra.
El e-commerce en el país está en auge. En 2017 el comercio electrónico se disparó un 23,4% hasta lograr una facturación total de 7.338,1 millones de euros. La tecnología ha cambiado el canal de ventas del sector retail además de los propios modelos comerciales. La competencia en el sector obliga al autónomo y la empresa minorista a aplicar nuevas estrategias ante las nuevas tendencias del sector retail.
El comercio de proximidad es el peor parado
Los datos del Indice del Comercio Minorista del mes de junio muestran una tendencia a la baja en las ventas de los comercios unilocalizados, mientras que el resto de formatos crecen. Esto se debe a los nuevos hábitos del consumidor y precisamente el comercio electrónico.
La ligera mejoría en el mes de junio de las ventas en comercio, del 0,6% interanual, no ha alcanzado al pequeño y mediano comercio, cuyas ventas han caído un -1,8% con respecto al mismo mes del año pasado, mientras el resto de formatos comerciales se mantienen, o incluso siguen creciendo.
Mientras que el resto de formatos comerciales están mostrando capacidad para adaptarse al cambio de hábitos de los consumidores y al auge del e-commerce, este nuevo contexto está poniendo en peligro al comercio de proximidad.
Es por ello que desde la Confederación Española de Comercio han recalcado la necesidad de adoptar medidas que giran en torno a tres objetivos básicos: restablecer una política ordenada de rebajas y promociones, reducir la brecha digital en las pymes de comercio, además de revisar la fiscalidad del sector. Otras medidas son impulsar acciones de dinamización comercial en los núcleos urbanos, de manera que se cree un clima favorable en zonas comerciales estratégicas que garantice un equilibrio comercial entre formatos, además de impulsar un plan estratégico de formación para pymes de comercio.