La marca continúa cuestionando la necesidad de lo nuevo bajo el paraguas “Lo hecho, hecho está”, con una perspectiva crítica y, a la vez, inspiradora
Wallapop vuelve a inspirar a los españoles para dejar de acumular objetos que ya no utilizan y darles una segunda vida. Con esta premisa nace “Guardamos”, la reciente campaña de la plataforma que sigue dando recorrido a la “Lo hecho, hecho está”, un concepto que viene cuestionando las dinámicas del modelo de consumo actual.
La compañía ha vuelto a juntar a las agencias Mono Madrid y Revuelta para dar lugar a un spot que muestra múltiples espacios donde guardamos cosas, resaltando la imagen de un “hipertrastero” urbano: un enorme espacio de almacenaje que ayuda a visualizar la inmensa cantidad de objetos fabricados que ya están hechos y a los que no se está dando uso. Esta escena invita a los espectadores a reflexionar sobre la cantidad de objetos que las personas acumulan, hasta el punto de necesitar pagar espacios para mantenerlos.
Con esta campaña, Wallapop busca inspirar a las personas a dar una segunda vida a aquello que ya no utilizan, y ofrecer una nueva perspectiva sobre qué suponen en el día a día algunos hábitos que la sociedad ha normalizado, como es el caso de almacenar objetos a los que no se da uso. Y es que, sin pensar, los españoles están aumentando su capacidad de acumulación estos últimos años: solo entre 2018 y 2023, los trasteros de gran tamaño crecieron en número un 68% en España, según la Federación de Asociaciones Europeas de Self-Storage (Fedessa), y superaron el millón de metros cuadrados de almacenaje, según Europa Press.
Liberar espacio ayuda al medio ambiente y al bolsillo
‘La Red del Cambio’, el estudio anual de Wallapop -elaborado junto con 40db- para conocer la percepción de los españoles respecto a la compraventa de productos reutilizados, refleja que solo 3 de cada 10 españoles revisa con frecuencia los productos que tienen en casa para venderlos, aunque la generación Z (un 52%) y los Millenials (43%) ya lo hacen con más frecuencia. No obstante, son más de la mitad de los españoles (66%) los que afirman que prefieren vender productos que no necesitan antes que guardarlos. Y en un futuro próximo, el dato es aún más positivo,y será el 89% de españoles quienes lo prefieran.
Entre las motivaciones para vender productos que ya no utilizan en la plataforma, para casi el 40% de los españoles la razón principal es ganar dinero extra, sin embargo, para el 56% estas razones están vinculadas a la sostenibilidad. Es decir, más de la mitad de los españoles vende para que sus objetos puedan reutilizarse, ayudar a otros y no acumular objetos en casa.
“Hemos visto y demostrado que hay una motivación en la sociedad española para deshacerse de lo que no necesitan, pero siguen existiendo hábitos y costumbres adquiridas que nos frenan a hacerlo. Esta motivación tiene que transformarse en hechos y, desde Wallapop, queremos inspirar a los españoles a romper con dichos hábitos, y cambiar la forma de relacionarse con los objetos que consumen para fomentar un modelo más circular, donde el beneficio empieza en cada individuo y va expandiéndose al resto de la sociedad”, comenta Rubén Navarro, vicepresidente de marca en Wallapop.
El spot menciona que “podríamos vivir varias generaciones sin fabricar cosas nuevas”, a lo que Jesús Revuelta, CCO y fundador de la boutique Revuelta, agrega que “en categorías como la moda serían hasta seis generaciones, según el British Fashion Council” y explica que “ser ‘conscientes’ significa simplemente ‘darnos cuenta’. Wallapop lleva cuatro años cuestionando automatismos de consumo que tenemos interiorizados, para que nos demos cuenta de ellos. Por ejemplo, la proliferación de estos ‘hipertrasteros’ está vista como algo normal, pero no debería: ¿no serán un síntoma del consumo irreflexivo, de cómo acumulamos y de la pobre relación que aún tenemos con los objetos?”.
Por su parte, Bitan Franco, CCO y fundador de Mono Madrid añade que “el stock en Wallapop son nuestras cosas. Así que, para que haya compra consciente, también tiene que haber venta consciente. Vimos que hay un hábito muy arraigado y muy contrario a esa venta consciente: el de guardar absolutamente todo, aunque la mayoría de las veces no lo volvamos a usar. Y el colmo de este hábito es convertir edificios enteros en estos ‘hipertrasteros’”.