por Verónica Hernández
En los primeros meses de este intenso 2023, sin haber sufrido un ataque alienígena ni otra pandemia que nos encierre en nuestros hogares (cruzo los dedos), el aluvión de titulares y de conversaciones sobre la Inteligencia Artificial es equiparable a uno de los sucesos históricos más importantes que hemos vivido a nivel global en este milenio.
Dos vocales IA o AI, dan la sensación de introducir un nuevo concepto en la sociedad, cuando los profesionales del marketing digital llevamos utilizando inteligencia artificial desde hace años. La IA, no es más que el tratamiento de una cantidad ingente de información con capacidad para crear más información. Ha sido creada por la mano humana para hacernos la vida más fácil.
Llevamos tiempo haciendo uso de la tecnología predictiva con capacidad de aprendizaje para tomar decisiones de manera autónoma. El desarrollo de algoritmos nos ha permitido ofrecer anuncios menos intrusivos y más útiles para el usuario a través de ese machine learning. En este sentido, la industria de la publicidad se ha visto altamente beneficiada con las irrupciones de estas tecnologías de automatización donde la máquina y el equipo humano trabajan a la par para mejorar la eficacia. Con la IA no debería ser distinto.
La agilidad y la precisión que aporta la tecnología más innovadora es esencial para mejorar la captación, controlar la inversión y así generar mayores ingresos con un mayor margen de rentabilidad. Bienvenidos a la revolución tecnológica. Nunca se para, siempre avanza y aquí estamos nosotros para controlarla.
A pesar de todo este boom de infoxicación sobre el tema, confío en que la IA sea una herramienta que viene a ayudarnos a mejorar nuestros procesos de trabajo. Su integración será necesaria en las empresas a largo plazo para aumentar la productividad de sus equipos.
¿La creatividad se muere? No es un debate nuevo, vuelve a colocarse encima de la mesa con cada avance tecnológico de nuestro sector. La creatividad se transforma. Ahora tenemos que desarrollarla de otra manera porque las órdenes que demos a la máquina van a diferenciar el contenido creado ya sea una imagen, un texto o el claim de una campaña.
Los directores creativos van a tener que seguir realizando los mismos esfuerzos para diferenciar sus campañas frente al resto. Sin embargo, ahora, en el proceso de creación nos exprimiremos la cabeza para afinar con la redacción del famoso prompt.
La IA no va a matar a la creatividad, pero tendrá un impacto en el proceso creativo. En el medio plazo, la activación de la creatividad en las campañas publicitarias vendrá determinada por las indicaciones (prompts) que demos a la máquina.