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La televisión privada reafirma su papel como medio de referencia tras 30 años de historia

La capacidad competitiva de la televisión en abierto es un ecosistema cada vez más complejo que debe enfrentarse a los nuevos retos y luchar por la regulación de las nuevas plataformas de contenido audiovisual.

El mundo digital ha irrumpido en nuestros corazones separando en gran medida la estrecha relación de los españoles con el medio televisivo. Sin embargo, la gran pantalla del hogar ha luchado por permanecer en primera posición y se mantiene como el medio de referencia en España. Según el informe ‘Uteca XX Años: historia viva de la televisión” de Deloitte, la inversión publicitaria también destaca en este canal, siendo el primer medio con una cuota del 40%. Lo mismo ocurre con el consumo y la penetración, que generan una facturación agregada cercana a los 2.000 millones de euros y una rentabilidad superior al 20% en televisión privada nacional en abierto de los últimos años.

Aunque todos los medios de comunicación y entretenimiento en general han sufrido una transformación sectorial y generacional durante los últimos 30 años; la televisión ha sabido evolucionar su propuesta de valor y adaptarse a las nuevas demandas y tendencias de consumo. Así lo han recalado en el acto inaugural Concha Iglesias, socio responsable de medios de comunicación y entretenimiento de Deloitte, y Jorge Bujía, senior manager de medios de comunicación y entretenimiento de la misma compañía, acompañados por el director general de Uteca, Andrés Armas.

De acuerdo con el informe, la televisión lineal representa la mayor cuota de consumo de medios (48%), a los cuales los españoles dedicamos casi 7 horas y media cada día, 94 minutos más que hace 20 años. Esto da constancia de cómo el consumo televisivo sigue en alza a pesar de los retos digitales actuales pues, como ha destacado Iglesias, la televisión en abierto es “clave como elemento vertebrador de la sociedad, la economía y la cultura española, quien representa el 92% de la audiencia televisiva”.

Además, el sector representa “la opción preferida de la población para sus actividades de ocio e información, con los asociados de UTECA liderando todos los meses las cuotas de pantalla en nuestro país”, añadía Armas.

Los españoles consumimos una media de 7 horas y media al día viendo la televisión, 94 minutos más que hace 20 años | Fuente: UnSplash

 

La televisión en el futuro

El medio televisivo en abierto se mantiene como el soporte publicitario más utilizado por las marcas para campañas optimizadas, con previsiones de crecimiento de la inversión en un 7% para 2020. Iglesias ha destacado que este hecho se debe a “la fortaleza del soporte tradicional y a la inversión en plataformas digitales propias, acuerdos de producción y distribución conjunta con terceros y la apuesta decidida por servicios y plataformas OTT”.

Teniendo en cuenta que el sector digital también pretende crecer durante este año a dos dígitos, los operadores televisivos deben apostar por invertir en una constante innovación para mantenerse en primera posición. “Esto debe venir acompañado de un marco normativo adaptado a una realidad convergente equiparando las obligaciones entre los diferentes prestadores de servicios audiovisuales, dentro de una estructura más dinámica y flexible, que evite la obsolescencia regulatoria, apoyándose en los principios de autorregulación y corregulación”, explicaba Iglesias.

En este punto, Armas señalaba la importancia de adaptar la legislación audiovisual a los retos que se están produciendo en la incesante revolución tecnológica del sector. Es necesario que las nuevas plataformas multinacionales tengan las mismas obligaciones y se sujeten a un régimen de control para contribuir a la riqueza y el empleo que las televisiones comerciales en abierto mantienen desde hace años. “La televisión es la principal plataforma de ocio e información para más de 250 millones de ciudadanos europeos, por lo que merece tener unas garantías legales”, manifestaba Armas. Y añadía que “las mejoras en acceso y conectividad asociadas al inminente dividendo digital no deben comprometer la universalidad y gratuidad de la TDT”.