Cae el número de marcas en España
En España se solicitaron durante 2012 un total de 43.548 marcas ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), un 1,3% menos que en 2011, periodo en el que se alcanzaron 44.116 solicitudes, según los datos publicados por la propia OEPM. Por origen, y según esta misma fuente, la Comunidad de Madrid encabeza el ranking con más de 10.700 solicitudes, seguida de Cataluña que ocupa el segundo lugar con 8.145. A continuación en el ranking se encuentran Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia, Canarias y País Vasco.
La solicitud de nombres comerciales experimentó durante 2012 un descenso del 3,1% sobre 2011, con un total de 4.907 solicitudes.
No obstante las marcas comunitarias han alcanzado en 2012, las 108.930 solicitudes lo que supone un crecimiento del 2,9% respecto a 2011, según los datos de la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI). En España durante 2012 se han solicitado 7.957 solicitudes de Marca Comunitaria, lo que sitúa a España como cuarto país de la Unión Europea en volumen de solicitudes, perdiendo un puesto respecto a 2011 que ha recuperado Italia. Por países, Alemania se lleva el mayor porcentaje de solicitudes: Durante 2012, se solicitaron 19.962, El Reino Unido es el segundo país en esta clasificación con 10.233.
Patentes
En España se solicitaron en 2012, 3.338 patentes un 5,4% menos que en 2011, 2.505 modelos de utilidad lo que supone una bajada del 3,1%, y 1.591 diseños industriales un menos 10,2% respecto al mismo periodo de 2011.
Por Comunidades, Madrid encabeza la clasificación seguida de Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana y Aragón.
Nuria Marcos, directora general de PONS Patentes y Marcas Internacional, hace balance de los datos: “A la pregunta de si tiene consecuencias en la economía la fluctuación en los números de solicitudes de patentes, debemos responder que sí, ya que sabemos que este indicador es uno de los relevantes para definir el estado de la I+D del país. Si partimos de que el número de solicitudes de patentes es un indicador reconocido internacionalmente del crecimiento económico y desarrollo tecnológico de un país, el descenso en tal índice, nos lleva a concluir que en España el tejido empresarial no cree que la innovación tecnológica vaya a ser el motor del cambio para dar salida a la crisis en la que nos encontramos".