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La mitad de los miembros de la generación zeta opta por comprar falsificaciones

El 45% de los jóvenes españoles adquirieron a propósito falsificaciones de productos originales de marcas comerciales. Tres de cada diez acceden a contenido pirateado. Cifras que están en línea con sus homólogos europeos

Los resultados del tercer Barómetro de la propiedad intelectual entre los jóvenes que realiza la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) ofrecen información actualizada sobre la conducta de los jóvenes en relación con la vulneración de los derechos de propiedad intelectual.

El estudio se llevó a cabo entre un total de 22.021 personas de entre 15 y 24 años en los 27 Estados miembros de la Unión Europea, entre el 7 y el 28 de febrero de 2022. Desde el organismo señalan que las conclusiones de este análisis confirma las tendencias constatadas en ediciones anteriores. "En un momento en el que el comercio electrónico y el consumo digital han venido aumentando significativamente, el incremento de las compras intencionadas e involuntarias de productos falsificados constituye una tendencia preocupante. En cuanto a la piratería, no disminuye, aunque los consumidores jóvenes se inclinan cada vez más por los contenidos procedentes de fuentes legales”.

Según el informe el 37% de los jóvenes europeos adquirieron uno o varios productos falsificados deliberadamente, lo que supone un claro aumento versus los resultados de la anterior edición de la investigación (un 14% en 2019). Además, otro 37% de los encuestados afirman haber adquirido productos falsificados de manera no intencionada, mientras que un 48% señalan no haber comprado tales productos o no estar seguro de haberlo hecho.

Por mercados, Grecia es el país que alberga el mayor porcentaje de consumidores zetas que han comprado intencionadamente un producto falsificado (un 62%), mientras que en la República Checa tan solo lo hace el 24%. España se sitúa por encima de la media europea, ya que el 45% de los jóvenes locales adquieren a propósito una falsificación. 

A pesar de que el 63% de los jóvenes europeos declaran que les resulta bastante fácil o muy fácil distinguir entre fuentes legales e ilegales en cuanto a la compra de productos físicos, el 31% siguieron enfrentándose a dificultades en este sentido. 

Ropa y accesorios (17%) lideran el ranking de productos falsificados mas comprados, seguidos de calzado (14%), dispositivos electrónicos (13%) y productos de higiene, cosméticos, cuidado personal y perfumería (12%).  Adquirir el producto a un precio más barato sigue siendo la principal motivación  de aquellos que compran falsificaciones en el mercado. No obstante para casi un tercio de los consumidores zetas de Europa les resulta irrelevante si el producto es falso (27%) y un 25% cree que no había diferencia entre los productos auténticos y los falsificados. Otra palanca que activa el consumo de falsificaciones es que un 20% de este colectivo declara encontrar con facilidad productos falsificados gracias a las redes.

En consecuencia, el 31% de los encuestados apuntaron que abandonarían esta práctica de consumo si se ofrecieran productos originales más asequibles. Dar con una falsificación de mala calidad (31%), experimentar un ciberfraude (23%) o una ciberamenaza (21%), las malas experiencias de familia, amigos u otras personas (22%) u obtener un producto inseguro o peligroso (22%) también animaría a este target a dejar de comprar falsificaciones. Por tanto, el 19% de los encuestados afirmaron que una mejor comprensión de los efectos negativos en el medio ambiente o en la sociedad (17%) les impediría hacerlo.

Acceso ilegal a contenidos digitales

Atendiendo a los contenidos digitales, el barómetro apunta que el acceso a través de fuentes legales está ganando cada vez más terreno en entre las nuevas generaciones. Así, el 60% de los jóvenes europeos compartieron que durante el último año no había utilizado, reproducido ni descargado contenidos de fuentes ilegales, ni había accedido a transmisiones en directo (streaming) a través de estas fuentes, en comparación con el 51% en 2019 y el 40% en 2016. 

Sin embargo, el 33% de los encuestados apuntan haber utilizado, reproducido, descargado o transmitido directamente contenidos de fuentes ilegales a lo largo de los últimos doce meses. Desglosando los datos, el 21% reconocen haber accedido de forma deliberada a contenidos pirateados durante los últimos 12 meses, mientras que el 12% aseguraron haberlo hecho accidentalmente y el 7% no es consciente de haberlo hecho.

La penetración de la piratería entre los jóvenes europeos varía en función del mercado. Así, Bélgica (29%) sería el país de la Unión donde más se consume contenido de forma ilegal, frente a Alemania (12%), que se sitúa al final de la lista. Concretamente, en España el 25% de los jóvenes encuestados accedieron conscientemente a contenido ilegal. En cuanto al contenido pirata, lo más buscado son películas (61%), series y programas de televisión (52%),  música (36%) y software (35%).