Los planes de la SGAE para lavar su imagen
18 de enero de 2011
Un decálogo de buenas prácticas es lo que ha anunciado el presidente de la SGAE, Teddy Bautista, como reto a conseguir antes de su jubilación el próximo mes de junio. Uno de esos objetivos, y quizá el más importante es la creación de la figura del defensor del cliente a fin de limpiar la imagen de la entidad y dejar de ser uno de los organismos peor valorados por los usuarios. Esta figura, también actuará como intermediario entre la SGAE y los usuarios en caso de quejas, reclamaciones, inquietudes o propuestas; y además se encargará del establecimiento de un código de buenas prácticas y de pedir al Gobierno una auditoría anual de sus cuentas. Esta última labor recaerá en la Agencia de Evaluación de las Políticas Públicas y la Calidad de los Servicios (AEVAL), que se añadirá a las que ya hacen cada año auditores independientes.
Por otro lado, la SGAE reforzará su política de comunicación para "concienciar y educar al consumidor en internet" y a los ciudadanos en general sobre sus actividades y se intensificarán las actividades para que sus socios puedan distribuir sus creaciones online y promocionará s los autores.