Actualidad

Barbie entra en la cincuentena

Recuerdo perfectamente el día que me regalaron mi primera Barbie. Era mi quinto cumpleaños y mis yayos llegaban a casa con una caja estrecha y alargada, envuelta el papel de regalo. Arranqué el primer pedazo del envoltorio y pude ver un color rosa intenso ante mis ojos. Continué desgarrando aquél papel y por fin me topé con la cara de mi nueva muñeca: la Barbie “Mil Peinados”. No la abandoné ni un solo día hasta conseguir los mil peinados que podía hacer con su larga melena rubia. Cuando los hice todos decidí inventarme el 1.001 y, con las tijeras del costurero de mi madre, la rapé prácticamente al cero. Hoy, mi muñeca (la pelona) y todas sus hermanas cumplen 50 años y parece que el tiempo no pasa por ellas.

 La muñeca probablemente más demandada de todas las niñas del mundo, la Barbie, está de celebración. Y es que este año, el imperio de la marca Barbie cumple nada menos que cincuenta años, una edad que la muñeca celebra sin arrugas y acompañada de las más de 45 categorías de productos que se han creado a lo largo de los años: coches, tiendas de moda, perfumes, películas, cosméticos y accesorios, entre otros. ¿Cómo nació la idea? ¿Cómo ha sido la evolución del producto? Roser Fabrés, directora de marketing de Barbie, nos habla de la historia de este icono de la moda que ha entretenido a millones de niñas.

 A finales de la década de los cincuenta, una tarde de un día cualquiera, una madre observaba cómo su hija jugaba con muñecas de cartón recortable, a las que vestía y desvestía durante horas. Al ver los efectos de este entretenimiento, su madre pensó que sería una excelente idea fabricar una muñeca de plástico, quizá algo más manejable y menos frágil que el cartón. Se trataba de un maniquí de unos 30 cm., con una edad indefinida entre los 16 y los 20 años, y a la que las niñas pudieran vestir, peinar y transformar. Corría el año 1959, la niña se llamaba Barbie y la madre era Ruth Handler, cofundadora de Mattel, junto a su marido Elliot. Así nace la primera muñeca maniquí del mundo, a la que pusieron el nombre de la hija del matrimonio Handler: Barbie. Su nacimiento, el 9 de marzo de 1959, rompió con todos los moldes establecidos hasta ese momento en el mundo de las muñecas. “Desde sus inicios, Barbie se presentó como una muñeca que ayudaba a las niñas ser lo que ellas querían ser, a la vanguardia de la moda, siempre dispuesta a la aventura y constantemente activa”, indica Fabrés. Barbie representaba un juego completamente innovador, muy alejado del juego de muñecos bebés que era el único que existía en la época. 

La presentación oficial en sociedad de Barbie tuvo lugar en la Feria Anual del Juguete de Nueva York de ese año (1959), y la respuesta del mercado fue tan espectacular que al principio a Mattel le fue difícil abastecer una demanda que superaba todas las previsiones. Desde entonces, y de la mano de la agencia Ogilvy, la fama de la muñeca Barbie se ha extendido por todo el mundo y no ha dejado de crecer, hasta convertirse en la muñeca más vendida del planeta, con una popularidad que trasciende del mundo del juguete y que es hoy en día un fenómeno sociológico cuya notoriedad en el ámbito infantil puede equipararse a la de las estrellas de cine en el mundo de los adultos. “El éxito de Barbie se explica porque es mucho más que una muñeca. Además de ser una muñeca que reúne una serie de cualidades con las cuales las niñas de todo el mundo y de todos los tiempos se identifican positivamente, es un icono del glamour y de la moda que siempre ha representado a la mujer de su tiempo; Barbie ha ido evolucionando y se ha adaptado a las tendencias de la sociedad sin dejar de ser una muñeca: la más popular del mundo”, afirma Roser Fabrés.
 
 
Evolución
Barbie apareció a finales de los años cincuenta representando el glamour sofisticado de estrellas como Marilyn Monroe, Rita Hayworth y Elizabeth Taylor. Con cejas arqueadas, labios rojos, cola de caballo y mirando de reojo. Tenía la figura perfecta según esa época: cuerpo de modelo, piel pálida, piernas largas y delgadas, cintura “de avispa”  y cadera estrechas. Su rubia melena es conocida en todas partes, aunque también se vendió la versión castaña.
 
Los años 60 fueron una buena época para la muñeca. A finales de la década y con la llegada de la revolución social, su elegancia y sus looks imitaban los de mujeres relevantes como Grace Kelly y Jackie Kennedy. En 1960, Barbie llevaba un maquillaje más suave en los ojos y cejas. También se comercializó con un tercer color de pelo, el pelirrojo, y sus piernas se podían doblar. En 1967 evolucionó, adquiriendo un aspecto más joven, con largas pestañas y una larga melena lisa.
 
En los 70 empezaba la época del glamour en la televisión y en las revistas de moda. Se lanzó Barbie Malibú, la muñeca que daba la oportunidad a las niñas de imaginar una vida de sol y playa.  En esta década, Barbie mostraba un aspecto diferente al de sus inicios mostrando una sonrisa abierta y dientes blancos como perlas. Barbie Malibú era el prototipo de chica surfera. La cara de Barbie cambió de nuevo en 1977 con Barbie Superstar, caracterizada por su amplia sonrisa, melena más larga, sombra de ojos azul, ojos brillantes y labios pintados de rosa pálido. Era el look “disco” perfecto para arrasar en las pistas de baile de todo el mundo.
 
 
 
En los 80 nacieron muñecas de nuevas etnias; así nacieron Barbie Afroamericana y Barbie Hispana. Para la década de los 90 Barbie se presentan dos nuevas versiones: una con la boca cerrada, más pequeña y ojos más reales, y una segunda sonriente, mostrando unos blancos dientes y mirando al frente, una pose que se ha mantenido en el 2000.
 
Además, a lo largo de su historia Barbie ha representado más de 80 profesiones; ha sido astronauta, veterinaria, embajadora de Unicef, diplomática en una cumbre política, dentista, enfermera, patinadora, ejecutiva, cirujana, Miss América, esquiadora, bailarina, jugadora de la NBA, nadadora olímpica, piloto de Fórmula 1, productora, chef, pediatra y hasta ganadora del concurso “American idol” (el “Operación Triunfo” americano).
 
 
¿Transmite hoy los mismos valores que hace 50 años? Según Roser Fabrés, Barbie encarna valores universales y atemporales con los cuales tanto niñas
 
como mujeres de todas las edades se sienten muy identificadas: “Barbie es divertida, simpática, elegante, siempre a la moda, desenvuelta y comprometida con valores solidarios. Tiene ganas de jugar, vivir la vida y cumplir sus sueños. Estos son valores que comparten varias generaciones de mujeres, ya que se han ido transmitiendo de madre a hija”. Además, una de las claves de la atemporalidad del éxito de Barbie es precisamente que la muñeca es inspiración tanto para las niñas, que pueden ser madres con Barbie, como con las mismas madres, que pueden volver a ser niñas jugando con ella.
 
 
En este sentido, “la comunicación de Barbie hoy en día está dirigida a la madre y a la niña”. En este proceso, y según explica Fabrés, Mattel busca aplicar una estrategia integral de comunicación y marketing, de manera que cubra todo tipo de medios, desde los clásicos como la publicidad en televisión hasta nuevos medios como internet, el marketing directo y las relaciones públicas, que se integran de manera relevante en las estrategias de comunicación de la marca. “Somos muy proactivos en la incorporación de nuevas tecnologías y nuevos medios. Para comunicarnos con nuestro público contamos con varias herramientas como el Club Barbie, con una web es.barbie.com -en la que parte destacada la ocupa la división de Collectors, una línea de Barbie más adulta y para coleccionistas-; una comunidad web como es BarbieGirls.es; y con Barbiebeo.es, una innovadora apuesta de Mattel, desarrollada especialmente para las niñas españolas de entre 6 y 10 años, en la que las usuarias encuentran contenidos de las últimas noticias sobre moda, cine, televisión y, por supuesto, Barbie”.
 
Asimismo, las licencias y el cobranding con diseñadores de moda y productos para la mujer adulta, cobran cada vez más relevancia dentro de las acciones de la marca.

- Lea el reportaje completo en el número 207 de 'El Publicista'