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Deoleo impulsa el olivar español con el movimiento “Salvemos el buen aceite”

El objetivo de la iniciativa es ayudar al pequeño agricultor, proteger los aceites singulares e implicar a todos los actores del sector para impulsar y restaurar el valor del aceite de oliva; por lo que ha incorporado en su packaging un sello que garantiza la calidad y sostenibilidad del ‘oro líquido’ comercializado

Deoleo ha puesto en marcha el movimiento “Salvemos el buen aceite”, para impulsar la sostenibilidad económica, social, medioambiental y en términos de calidad del sector oleícola, del que España actualmente ostenta el liderazgo mundial como principal país productor y exportador.

“Estos proyectos suelen nacer en marketing, pero en esta ocasión ha nacido en Calidad y Operaciones. Ha sido un regalo para nosotros. El consumidor es muy exigente y escrupuloso con cualquier cosa que no sea verdad hoy en día. Toda nuestra obsesión fue sacarle partido a algo tan importante y sólido”, explica Francisco Rionda, director de marketing de Deoleo.

Para dar a conocer la iniciativa, la compañía ha puesto en marcha una campaña que busca acercar al consumidor, de forma didáctica y sencilla, la labor implementada en los olivares y almazaras, así como concienciar sobre los impactos negativos de práctica poco apropiadas y compartir las propuestas que maximizan los positivos en las personas y en el planeta.

VMLY&R Barcelona ha sido la agencia encargada de dar forma al movimiento creando el concepto, nombre e identidad de marca y desarrollando su imagen gráfica. Los objetivos eran, por un lado, potenciar los valores de orgullo, marca local, no industrial, líder y comprometida, y por otro, que este movimiento comportara un claro beneficio en el día a día del consumidor manteniendo la calidad del producto. En definitiva, dar vida a la necesidad tan real y romántica de mantener la esencia de “nuestro oro líquido”. Desde VMLY&R Barcelona señalan la necesidad de “crear un movimiento más que un concepto, y piezas didácticas más que anuncios”.

Esa es la idea que se ha plasmado en el logo y en el resto de soportes y piezas del proyecto, como la web Salvemos el buen aceite, los vídeos sobre algunos de los aspectos sobre los que Deoleo ha puesto en marcha medidas para ayudar al olivar tradicional y conducir la necesaria transformación del sector (biodiversidad, cosecha temprana, cubierta vegetal, familias) y la propia maquetación y diseño del informe de situación que se ha tomado como punto de partida.

Como parte del compromiso, la compañía incorpora en sus envases un sello que garantiza que el aceite comercializado ha sido producido según un protocolo de calidad y sostenibilidad certificado.

Zenith se ha encargado de la estrategia de medios, que ha aterrizado con la propuesta creativa, generando conversación y amplificando el mensaje en entornos sociales. El equipo asegura que el proyecto “está siendo retador e interesante. El instinto te mueve a tratar este proyecto como publicidad, sin embargo, la naturaleza de este movimiento nos ha llevado a proponer una estrategia orientada a hacer que el mensaje realmente trascienda”.

En cuanto a la estrategia de comunicación del proyecto, Omnicom PR Group ha sido la agencia encargada y pretende revitalizar un sector que está en el corazón de la economía, la cultura, la gastronomía y la imagen global de España, con la implicación de todos los agentes de la cadena de valor. “La relevancia social ha sido un activo clave en la comunicación, siempre apoyado en la solidez y rigor de los datos del informe, para crear interés acerca de un tema sobre el que se genera mucha información como es el aceite de oliva”, añaden desde la agencia.

 

Salvemos el buen aceite, un proyecto global

Un reciente informe encargado por Deoleo y elaborado por el analista oleícola internacional Juan Vilar, ha proporcionado un diagnóstico sólido que adelanta una fuerte transformación del sector en nuestro país en los próximos años. La desvalorización de la categoría, las tensiones entre oferta y demanda causadas por el aumento de la producción y la caída del consumo global abocan al sector a una reconversión.

En el informe se señala que, si no se acentúa, el riesgo de desaparición de los olivares de aquí a 10 años será del 20%, sobre todo en explotaciones de pequeños agricultores. Estos olivares tienen características únicas que permiten crear aceites singulares, que se perderían al igual que los empleos asociados y sus beneficios medioambientales. Entre las medidas que forman parte de este movimiento figuran también acuerdos de la compañía con la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y algunas almazaras, la creación de una asociación para unir a todos los actores del sector para la defensa del aceite de oliva.