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H&M ofrece un servicio de alquiler de ropa como compromiso por la sostenibilidad

Un taller de arreglos de ropa contra el desperdicio y producción bajo demanda son otras de las iniciativas que la compañía sueca ha puesto en marcha para luchar contra la contaminación que produce la industria textil

La industria de la moda ha sido señalada por las Naciones Unidas como la responsable de producir el 20% de las aguas residuales mundiales y el 10% de las emisiones de carbono, por lo que el mundo textil está siendo fuertemente criticado por la polución y los desperdicios asociados a sus procesos de producción. En este sentido, H&M busca nuevas formas de adaptarse y reinventarse para ser lo más sostenible posible y ha iniciado un servicio de alquiler de ropa en una reformada flagship del centro de Estocolmo. En concreto, y aunque la iniciativa todavía se encuentra en pruebas, los clientes que se acerquen a la tienda Sergels Torg podrán alquilar prendas de moda, desde camisas hasta vestidos de novia, de la colección Conscious Exclusive, realizados con materiales de origen sostenible.

“Llevamos un tiempo deseando instaurar el servicio de alquiler de prendas, y estamos muy contentos de ofrecer esto a nuestros clientes por primera vez”, manifiesta Pascal Brun, jefe de sostenibilidad de H&M, quien ha añadido que esta experiencia piloto será evaluada dentro de la “dedicación de la compañía a cambiar el modo en que la moda es fabricada y consumida hoy”.

El mercado de alquiler de prendas es un negocio en alza, y aunque en España todavía es incipiente, a nivel internacional cada vez hay más empresas dedicadas al préstamo de ropa mediante suscripción, como es el caso de Le Tote o de Rent the Runwary. Desde el pasado viernes, Hennes & Mauritz se une al movimiento ofreciendo a los miembros de su programa de fidelización un precio cerrado de 350 coronas suecas a la semana (unos 33 euros al cambio) para acceder al alquiler de 50 prendas. El servicio será evaluado durante tres meses por la compañía para decidir si es rentable extender este modelo a otros territorios.

“Creemos firmemente en el alquiler de ropa”, ha asegurado Daniel Claesson, jefe de desarrollo de negocio de la compañía, quien ha añadido que todavía tienen “mucho que probar, aprender y cambios que hacer”.

El objetivo de la acción es, como ha difundido la jefa de diseño de ropa de mujer de la cadena, Maria Östblom, “inspirar a nuestros clientes a ver la moda de forma circular”, a lo que destaca la importancia de “reciclar y reutilizar” debido a la emergencia climática que vive el mundo entero.

Además, el espacio incorpora un servicio de reparación y costura de piezas dañadas y un taller especializado con asesoramiento sobre cómo renovar o reciclar algunas prendas.

En paralelo, la cadena sueca se encuentra estudiando la producción bajo demanda. De hecho, en Berlín, la firma lanzó una colección de ropa en primavera que estaba confeccionada a partir de los datos recopilados sobre el patrón de los consumidores de la ciudad alemana, donde el laboratorio de innovación empezó en septiembre a hacer pruebas piloto con clientes de la marca Weekday.

Todas estas acciones forman parte del plan mediante el que H&M pretende convertir sus emisiones de gas invernadero en negativas de cara a 2040, con la intención de compensar las emisiones que produce.