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Mahou refleja su propósito de marca en la exposición ‘Madrid, ciudad de encuentro’

La Sala Equis acogerá desde el día 9 al 12 de diciembre una muestra que retrata la diversidad de los encuentros que tienen lugar en distintos rincones de la ciudad

Un brindis en una terraza de Malasaña, un abrazo en la puerta de la sala El Sótano, confidencias compartidas en la barra de un bar… Mahou Cinco Estrellas crea ‘Madrid, ciudad de encuentro’, una exposición fotográfica que hace un homenaje a todos esos encuentros que se producen en las calles de la capital y que retratan el carácter acogedor y abierto de una ciudad en la que, aunque cerca de la mitad de su población provenga de otros lugares, todo el mundo se siente en casa.

La Sala Equis de Madrid, que acogerá esta exposición gratuita desde el día 9 al 12 de diciembre, mostrará todos estos encuentros vistos desde el objetivo de dos fotógrafos especializados en fotografía callejera: Pedro Vikingo y Daniel Ochoa de la Olza. Junto a sus instantáneas se exhibirán las de cinco madrileños, cuyas fotos han sido seleccionadas mediante ‘Madrid, un lugar para encontrarnos’, un concurso impulsado por la plataforma Cultura Inquieta que animó a sus seguidores a publicar fotografías en sus redes que captasen encuentros que tienen lugar en Madrid. Sus fotos dotarán a la muestra de una mayor diversidad de miradas sobre los encuentros.

La muestra, que nace del poema de Mahou Cinco Estrellas a la capital, ‘Madrid es Madrid cuando nos encontramos’, quiere poner de manifiesto cómo los encuentros con nuestra gente son esenciales para vivir mejor. Además, la exhibición destaca el carácter abierto de la ciudad, que se ha convertido en el centro neurálgico de los encuentros.

De esta forma, Mahou pone de manifiesto la singularidad de la capital como una ciudad que se abre de una manera única a sus habitantes, que les hace sentir como en casa. Así, Madrid propone a los madrileños, sean o no de adopción, vivir la ciudad de diferentes maneras pero siempre con los encuentros como protagonistas.

Mahou, cuya historia está estrechamente relacionada con Madrid desde su nacimiento en la calle Amaniel desde hace más de 130 años, rinde homenaje a esta ciudad, donde está presente y ha sido testigo de todo tipo de encuentros, desde los más únicos hasta los más cotidianos.