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IKEA y su nueva tipografía o todo tiene que cambiar para que nada cambie

Por Jose G. Pertierra, director de arte de la agencia Clicknaranja

Nunca la famosa frase de Giuseppe Tomasi di Lampedusa en “El Gatopado” tuvo tanta vigencia como ahora en el mundo del diseño gráfico en general y en el de IKEA en particular: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. Desde hace varios meses, pero especialmente en las últimas semanas se ha recrudecido sorprendentemente el debate en los foros y principales redes sociales de Internet entre profesionales del sector de la publicidad y el diseño gráfico en contra del cambio de la tipografía corporativa de IKEA.

 

Y es que cuando ojeemos el esperado próximo catálogo de IKEA 2010 (la publicación impresa más vista del planeta junto a la Biblia y a los libros de Harry Potter) podremos comprobar como la tipografía corporativa de IKEA ha dejado de ser la misma. La tipografía IKEA Sans llevaba siendo usada desde hacía casi 50 años, en concreto una propia versión de la Futura, diseñada por el tipógrafo Robin Nicholas en la ya mítica factoría de diseño Monotype, junto con la IKEA Serif, también partiendo de la existente Century Schoolbook. Recientemente la marca sueca comunicó que a partir de la edición del nuevo catálogo toda su imagen tanto en publicaciones offline como vía online pasarían a realizarse con una versión adaptada de la popular tipografía de Microsoft Verdana.

 

Tras el inesperado revuelo inicial al confirmarse la sustitución tipográfica, en una entrevista de la revista sueca de diseño “Cap & Design” a la CEO de IKEA en Suecia, Ivana Hrdlickova, esta ofreció unas interesantísimas reflexiones sobre la polémica, comentando que la elección de la Verdana permitiría llegar a todos los mercados con la misma tipografía, algo imposible con la Futura, que no tenía una versión para los países asiáticos y que su uso supondría además no diferenciar sus diseños entre web e impresos.

 

Pero estas explicaciones parece que no han satisfecho a la comunidad global de diseñadores según se desprende de sus reacciones en blogs y en twitter especialmente. “IKEA, para mi es un día muy triste" desde Berlín o "No hay palabras para describir mi disgusto" desde Melbourne, son algunas de las frases recogidas en el famosísimo foro Typophile como ejemplo de los miles de mensajes de diseñadores recogidos en contra de la tipografía elegida. Y la controversia no acaba ahí, la noche del 26 de agosto, la petición de marcha atrás con la nueva tipografía de un diseñador en Twitter provocó más tweets que todos los realizados en torno al fallecimiento del senador Ted Kennedy, toda una leyenda en los EE.UU. El debate ha traspasado los límites del sector publicitario e incluso ha saltado a publicaciones de información general, incluyendo las más prestigiosas del mundo, como el artículo publicado el último viernes de agosto en el Times en el que se describen pormenorizadamente todos los detalles de este curioso episodio.

 

¿Y quien tiene razón? ¿Ha perdido decididamente IKEA la cabeza o se trata de una polémica absurda y vacía de contenido creada artificialmente por un grupo de diseñadores con poco trabajo en sus agencias debido quizás a la crisis económica global? Posicionarse a favor o en contra de la medida de una manera tan radical no parece tan sencillo.

 

Es cierto que la Verdana ha llegado a convertirse en una de las tipografías más usadas por los profesionales en el diseño web pero en muy pocas ocasiones ha sido empleada por diseñadores del entorno offline ya que esta tipografía fue creada expresamente para una mejor lectura de textos html en cuerpos pequeños en pantalla de ordenadores. Prueba de ello es que su primera aparición data de 1996 en Internet Explorer 3 en una selección junto a  la Arial, la Comic Sans y la Times New Roman, confirmando su nacimiento para el diseño online.

 

Sin embargo, la importancia cada día mayor de las comunicaciones de cualquier marca en Internet y en otros dispositivos online, convierte a IKEA en pionera una vez más, al intentar solucionar con esta medida la necesidad de aunar criterios tipográficos y mantener una coherencia grafica y visual de su marca en todo el mundo, aplicando rigurosas reglas como ésta que aunque puedan no gustar a todos, generan orden antes de que en relativamente poco tiempo, la posible saturación de mensajes en nuevos entornos tecnológicos no permitan una marcha atrás a tiempo. Por otro lado, si acudimos estrictamente a razones del espíritu IKEA, podemos confirmar que el cambio respeta integramente la visión de la marca sueca de mejorar día a día para llegar a la mayoría de las personas y que su carácter cada vez más universal se manifiesta en este cambio, uniendo usuarios de todo el mundo bajo el uso de la nueva tipo.