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La hiperpersonalización de la experiencia en la era de la IA 

El sector de los eventos y el marketing experiencial se enfrenta a nuevos retos y oportunidades marcados por la hiperpersonalización, un concepto que está redefiniendo el rumbo del sector en todas sus vertientes y que ofrece un sinfín de oportunidades para crear experiencias significativas y memorables

La tecnología no solo ha transformado la forma en la que los usuarios consumen, sino también la manera en la que se relacionan con las marcas, cómo las recuerdan y cómo las perciben. Bajo esta premisa se celebró la última edición del Observatorio de Marketing Experiencial, de 4foreverything, donde se abordaron los retos y oportunidades de un concepto que está marcando el rumbo del sector, la hiperpersonalización. 

En el encuentro se reunieron dos voces clave que ofrecieron perspectivas complementarias. En primer lugar, participó Martina Nadal, directora de impacto social en Domestic Data Streamers, demostrando con su intervención que los datos pueden cobrar vida si se transforman en lenguaje humano y emocional. Nadal explica: “Cuando escuchas, hablas y personalizas, el dato llega mucho mejor a la audiencia”.  

La experta destacó casos de uso como el proyecto ‘Stand For’, desarrollado para Beefeater, donde se convirtió una acción de marca en un estudio espontáneo de mercado a través de la interacción directa con el público en un festival. Compartió también el caso ‘Nike ID’, donde el objetivo no fue solo personalizar zapatillas, sino entender qué emociones querían vivir los usuarios con ellas. Cada respuesta -dónde caminarías con ellas, con quién, cómo te sentirías- se tradujo en un diseño único.  

Por otro lado, también intervino Pau García-Milà, cofundador de la escuela de negocios Founderz, quien habló desde una postura centrada en la innovación tecnológica y la inteligencia artificial. García insistió en la importancia de que la IA se integre en el día a día de las personas de manera pedagógica, práctica y ética.  

Una de las grandes apuestas del experto es normalizar la IA en el aprendizaje. En lugar de prohibirla, propone usarla como herramienta educativa. Por ejemplo, pedir a los alumnos que investiguen un mismo tema con diferentes modelos de IA para analizar sesgos y enfoques. Esto no solo fomenta el pensamiento crítico, sino que prepara a las futuras generaciones para un mundo donde convivirán con estas tecnologías. 

Pau García-Milà subrayó que, en lo que concierne al plano profesional, la IA no sustituirá el talento humano ni quitará el trabajo a los profesionales, sino que liberará tiempo y recursos para que los equipos puedan dedicar sus esfuerzos a tareas más estratégicas y creativas. “La IA no se ha creado para quitarnos el trabajo, la IA se ha creado para quitarnos trabajo”, comentaba.  

Además, se puso el foco en la dimensión ética del uso de inteligencia artificial. Pau demostró en tiempo real la facilidad con la que se puede clonar una voz o infringir normas como la RGPD por puro desconocimiento. “El uso de la IA no es opcional, pero sí debe ser responsable”, insistió. 

El Observatorio concluyó con la idea de que el verdadero poder de la tecnología no está en sus capacidades técnicas, sino en cómo se usan para conectar mejor con las personas. La hiperpersonalización no debe ser un ejercicio de segmentación milimétrica, sino una forma de generar experiencias significativas y memorables.