La marca basa su nueva campaña de marca en un manifiesto de la "mujer madrileña", un ejercicio inclusivo donde se reivindica "a las mujeres creativas, intelectuales, ingeniosas, cercanas y diferentes" como esencia y motor de la singularidad madrileña
La mujer en el centro, y Madrid como escenario. Ese es el eje vertebrador de la última campaña de imagen lanzada por la marca de joyería y accesorios Aristocrazy, que gira alrededor de un manifiesto propio lanzado por la firma con el objetivo de reivindicar a las mujeres creativas, ingeniosas y diferentes como esencia de la singularidad madrileña. "Son infinitas las mujeres que nacen o llegan a Madrid y encuentran en ella un espacio de creación e inspiración que les impulsa a ser", declara la marca en dicho manifiesto, que define como inclusivo. En este ejercicio la marca da asimismo visibilidad a varias mujeres cuyas historias define "como las pinceladas o piezas que conforman una obra de arte contemporáneo". Entre estas mujeres, todas ellas vinculadas a la ciudad de Madrid, figuran nombres como la escritora Virginia Feito, la artista plástica Ariadna Chez o la modelo y DJ Vera Amores.
Toda la idea y estrategia de la campaña (concepto y ejecución) está desarrollada in house por el equipo de marketing y comunicación de la marca, que se ha apoyado en la agencia Noho en materia de relaciones externas y RRPP. No obstante, de la mano de Almadás, empresa de estrategias creativas, la firma dará continuidad al proyecto Aristocrazy Affairs a través de un nuevo artefacto artístico donde contará con diversas artistas femeninas que, con su visión y trabajo, contribuyen a forjar el carácter de ciudad.
En esta nueva campaña de imagen protagonizada por mujeres madrileñas la firma de joyas hace un guiño a sus inicios, recuperando las calles de Madrid como el mejor fondo para la expresividad de estas mujeres, ya se trate de modelos, de gente desconocida, de alguien del equipo Aristocrazy o incluso de alguna clienta. "Icónicos escenarios como el parque de El Retiro, el Museo Velázquez, la Gran Vía o la taberna Antonio Sánchez, la más antigua de la ciudad, han servido como fondo y contrapunto a una campaña en la que el carisma, la elegancia, la personalidad, la creatividad y la sensibilidad de las madrileñas se ha integrado a la perfección con la historia, las virtudes y el carácter de la distinguida capital de España, el lugar en el que todo ocurre", profundizan desde la marca.