Una iniciativa convierte un objeto cotidiano en símbolo contra el sinhogarismo y recauda fondos para apoyar a las más de 1.300 personas que viven en la calle en Barcelona
“Pisadas Visibles” es una nueva acción social que transforma un par de calcetines en una herramienta de denuncia y sensibilización frente al sinhogarismo en Barcelona. La iniciativa, creada para Arrels Fundació, nace con un objetivo claro: hacer que las pisadas de quienes viven en la calle -más de 1.300 personas según el último recuento- dejen de ser invisibles para una ciudad que las cruza a diario sin verlas.
El proyecto, junto a Rosaparks, surgió durante BUS84, una hackatón creativa en la que ONG y profesionales de la comunicación trabajaron durante una jornada en ideas urgentes para afrontar retos sociales reales. Allí nació la semilla de estos calcetines, que dos años después se han convertido en un producto real gracias a la colaboración del ilustrador Javirroyo y la marca barcelonesa American Socks, que ha producido los pares de manera gratuita.
Los calcetines -ilustrados con un diseño que evoca el desgaste de caminar sin descanso- estarán a la venta en Arrels Fundació y en American Socks. Con esta edición limitada se estima una recaudación de 7.500€, que se destinará íntegramente a los programas de apoyo de Arrels. Para quienes viven en la calle, los calcetines son una prenda básica que se deteriora con rapidez.
“Son la segunda piel de unos pies que deben andar continuamente para buscar lo mínimo. Ese símbolo de desgaste y vulnerabilidad me vino a la cabeza desde el principio del proyecto”, explica Javirroyo.
Más que un producto solidario, la acción funciona como campaña cultural que interpela directamente al ciudadano: caminar junto a una persona sin hogar sin verla es una forma de invisibilización cotidiana. “Pisadas Visibles” invita a romper esa dinámica y a entender que visibilizar el sinhogarismo es el primer paso para combatirlo.
Arrels recuerda que vivir en la calle no es una elección. El crecimiento constante de personas sin hogar en Barcelona evidencia un problema estructural que requiere recursos estables, políticas de vivienda digna y un cambio de mirada social. iniciativas como esta buscan precisamente activar esa conciencia colectiva: que cada paso cuente para no seguir mirando hacia otro lado.

