La compañía de distribución ha lanzado una nueva identidad de marca y una plataforma de comunicación global que se estrenó con una lona pintada a mano en la plaza Alonso Martínez. La iniciativa se enmarca en una estrategia de reposicionamiento que busca unificar la comunicación de Lidl en todos los mercados donde opera
Lidl ha dado a conocer su nueva plataforma global de comunicación, ‘Lidl vale la pena’, un concepto que servirá de eje a la identidad de la compañía en los 31 países en los que está presente. Con esta iniciativa, la cadena de supermercados plantea una homogeneización de su discurso de marca y una actualización de su identidad visual.
El lanzamiento de la plataforma se acompañó de una acción de street marketing en Madrid consistente en una lona de 288 metros cuadrados instalada en la plaza Alonso Martínez. La obra, que permanecerá visible hasta el 30 de septiembre, fue ejecutada en directo por el artista Íñigo Sesma, acompañado por un equipo de nueve creadores del Estudio Graffiti y con la colaboración de la agencia Altavia Pixel. La pieza, que representa la escena cotidiana de un abuelo y su nieta compartiendo una merienda, busca poner el foco en los momentos de valor en la vida diaria.
La creación de la lona se realizó en una sola jornada ante la mirada de los transeúntes. En los días previos, la compañía había desplegado una lona teaser en el mismo emplazamiento, en la que se avanzaba la fecha de la intervención y el lema de la nueva plataforma.
Además de la activación artística, la nueva identidad de Lidl se ha difundido a través de una campaña publicitaria multicanal que incluye televisión, medios digitales, redes sociales, soportes exteriores y punto de venta. Entre las piezas destaca un spot producido por la agencia creativa Serviceplan y la productora Bwegtbild, rodado en Barcelona y alrededores.
La estrategia comunicativa de la cadena no se limita a un cambio de eslogan. ‘Lidl vale la pena’ funcionará como un paraguas permanente bajo el cual se desarrollarán las futuras acciones de la compañía. Según Lidl, la plataforma se plantea desde una perspectiva holística, que incluye tanto a clientes como a empleados, socios y medio ambiente. La identidad visual también se ha renovado, con un diseño más moderno y centrado en las experiencias de las personas.
En el plano de negocio, la compañía señala que este reposicionamiento responde a la evolución del consumidor, que no solo busca productos con buena relación calidad-precio, sino también marcas con las que pueda establecer un vínculo. De este modo, el nuevo enfoque pretende reforzar la conexión emocional con los diferentes públicos con los que interactúa la compañía en su actividad diaria.