por Patricia Jiménez
¿Cuántas veces has visto un anuncio en televisión que te ha sorprendido, pero al final no has sabido que se estaban anunciando, o te ha encantado el diseño de un flyer pero cuando has visto el producto no tenía nada que ver? Estoy segura de que por tu cabeza pasan miles de ejemplos. Entonces, los que nos dedicamos a esto del marketing, ¿qué estamos haciendo mal?
Una buena idea creativa siempre debe ir respaldada de un razonamiento lógico. Todo en la vida tiene un porqué, incluso en una materia tan subjetiva como es el arte, tiene un propósito: hacernos recapacitar, criticar a una sociedad o despertar un sentimiento en las personas… Entonces, ¿cómo sería posible lanzar una campaña de marketing sin antes habernos parado a pensar qué queremos conseguir, a quién queremos impactar y a través de qué medios o canales lo vamos a hacer y con qué creatividades?
Lo que ocurre en la mayoría de las veces es que pensamos en estrategia y en creatividad como si se tratase de dos mundos completamente distintos. Idealizamos a los consultores como personas trajeadas que se vuelven locos sacando KPI´s y midiendo tasas de variación, mientras que los creativos se encuentran al otro lado de la oficina haciendo “brainstorming” en ropa de deporte y al más puro estilo “Mad Men”. Pero a día de hoy, esto no tiene ningún sentido. El grado de competencia en el mercado es demasiado alto para permitirnos no trabajar en equipo.
En la agencia de marketing en la que trabajo lo tenemos muy claro. Cuando entra un proyecto, primero hacemos un análisis inicial: estudiamos a la competencia, seleccionamos los “best practices”, elaboramos un D.A.F.O., definimos el target y los canales más adecuados… Después de esa primera consultoría estratégica, los departamentos de estrategia, marketing y creatividad se reúnen y es cuando surge la magia. Trabajar sobre una base sólida de conocimiento hace que la creatividad no sea algo “nuevo y bonito”, sino que aseguras que las personas que están recibiendo tú mensaje lo hacen por el canal adecuado, en el momento idóneo y con el tono y el mensaje perfecto.
La estrategia no solo ayuda a los resultados de una campaña, sino que también facilita el trabajo dentro de una agencia. Hemos trabajado con clientes que no tenían una estrategia claramente definida, y el trabajo diario era enrevesado: la creatividad sin razonamiento es demasiado subjetiva, y lo que a algunos le parece ingenioso o bonito, a otros no. Si sigues una estrategia definida, encontrar ese concepto creativo tanto a nivel conceptual como a nivel visual se simplifica y se llega a los objetivos propuestos más fácilmente.
En sorprendente ver el resultado final de una campaña en la que todo ha partido de una estrategia bien definida, donde las acciones de marketing tienen sentido y en el que la creatividad hace de hilo conductor para conseguir el éxito esperado. Por eso no dejes la creatividad y las acciones sin estrategia ya que juntas hacen el “perfect match”.
Patricia Jiménez Pérez (Linkedin) es marketing assitance en el departamento de marketing en PDM, agencia española de servicios plenos y de carácter independiente. Con formación en dirección y administración de empresas y Master en Ecommerce y Marketing Digital por la Universidad Rey Juan Carlos, JIménez cuenta con experiencia en consultoría y en publicidad y marketing en ambientes digitales. Bloguera de refeencia en el sector (coordina elblogdepatriciajimenez.com), tras pasar pr diferentes empresas trabajando en el área de marketing, en 2018 inició su trayectoria en el campo de las agencias dentro de PDM.