Eficacia o el arte de ser eficiente

por José Arribas

Adrian Newey es el ingeniero más determinante y laureado en la historia la Fórmula 1. No en vano ha ganado el campeonato mundial del Gran Circo con tres escuderías distintas (Williams, McLaren y Red Bull). Newey es el claro ejemplo de la eficacia, nadie en su deporte ha demostrado tanta capacidad para alcanzar reiteradamente los objetivos, eso sí, la mayoría de las veces sin importarle dar el mejor uso a los recursos de sus equipos.

Severiano Ballesteros ha sido el golfista español más grande de todos los tiempos y uno de los golfistas más importantes de la historia. Con 96 títulos entre los que se encuentran: dos Masters de Augusta, tres British Open, 5 Ryder Cup, 50 títulos en el European Tour y 9 títulos en el PGA Tour, Seve es el claro ejemplo de la eficiencia, ya que logró alcanzar sus metas y además lo hizo con la menor cantidad de recursos.

Newey y Seve son dos leyendas en sus correspondientes deportes, la diferencia es que el primero lo ha logrado mediante la eficacia y el segundo lo logró sin que su debilidad económica y de recursos le frenaran en la consecución de sus metas, gracias a su eficiencia. La convergencia entre estos dos números uno es la imaginación y la creatividad. Gracias a su talento y dedicación ambos han llegado a dominar su deporte. Newey “El domador del Viento” estudiado cada nueva regla dictada en la Fórmula 1 en busca de resquicios para lograr un truco ganador para sus monoplazas y Seve “El ejército de un solo hombre” como lo definió Tony Jacklin, con versatilidad, ingenio, imaginación desbocada y golpes imposibles que aún a día de hoy 10 años después de su fallecimiento siguen en la memoria de los amantes del golf y de la magia del de Pedreña.

Dirigir una agencia independiente ubicada lejos del foco mediático de la industria publicitaria es un viaje fabuloso que si uno lo sabe recorrer hace que merezca la pena ser vivido. Los que tenemos agencias indies en la periferia sabemos que la eficacia es una estación reservada para aquellos actores que acuden a fiestas de invitaciones lacradas. Para nosotros, el viaje ha de proseguir hasta la parada de la eficiencia ya que no nos da con alcanzar el objetivo, hemos de lograrlo invirtiendo la menor cantidad de recursos.

A finales del Siglo XIX el dramaturgo, novelista y libretista francés Francis de Croisset, escribió “la lectura es el viaje de aquellos que no pueden tomar el tren”. En pleno siglo XXI la lectura además es un arma poderosa que democratiza oportunidades y brinda boletos a la gente del extrarradio al andén del éxito; ya que viajar o “vivir sin leer es peligroso. Te obliga a creer en lo que te digan” Juan Salvador Lavado Tejón, (Quino) el irrepetible humorista gráfico argentino padre putativo de Mafalda.

Alcanzar la eficacia no es fácil, es una terminal muy loable deseada por muchos (multinacionales e independientes) y alcanzada por muy pocos. La eficacia es a la publicidad lo que los asientos de ventanilla son a los trenes, visibilidad. Apreciado lector, si es cierta la frase de Joseph Addison "leer es para la mente lo que el ejercicio físico es para el cuerpo", estas letras te servirán para poner en valor la proeza de Seve y el ejercicio que realizan de más, algunos profesionales para ir más lejos y alcanzar la eficiencia que no es otra cosa que la eficacia, pero usando menos y mejor los recursos. Lo importante como empresa es ser capaz de hacer fácil cosas difíciles con un equipo profesional reducido. Cualidad que debería imprimir valor de cara a los clientes, ya que no solo supone un ahorro en costes, sino que además otorga transparencia y agilidad a la hora de trabajar.

Vivimos tiempos en los que es necesario comprometerse con los resultados de los clientes pasando del caduco modelo de retribución de fee a un modelo basado en resultados. Si uno tiene convicción en su talento, creatividad y capacidades no ha de tener temor a obtener sus honorarios acordes a sus logros apostando por la eficiencia. Nuestra máxima como agencia es: si no vende no vale.