Por Rafa Redondo
Marcas, estrategia, creatividad, comunicación, marketing, etc… los grandes territorios tradicionales de las agencias. Somos capaces de crear campañas que despiertan emociones y dejan bien posicionadas las marcas en la mente del consumidor. En cualquiera de las fases del funnel en la que se encuentre. Somos buenos, respetados y ganamos premios. ¿Y si le añadimos tecnología? ¡Brillante!
Ahora, además, somos capaces de adaptar estas campañas y publicarlas por todos los canales posibles, propios y ajenos, para que lleguen a su target esté donde esté. Incluso podemos personalizarlas, casi en tiempo real, recopilando data para que estos mensajes se adapten a ti. Sí, sí, a ti en concreto. Este anuncio es para ti. Bien…. ¿Y ahora qué?
Ahora vemos cómo la gente se instala ad-blockers para poder navegar sin banners. Se suscriben a plataformas digitales de pago para consumir contenido sin anuncios. Los navegadores bloquean las cookies e incluyen un “modo lectura” que quita cualquier atisbo de branding de tus páginas.
A su vez, aparecen influencers que quizás no lo son tanto; likes y reviews que no son sinceros; amigos de Facebook que se pueden comprar y clicks o impresiones de banners que no siempre se traducen en ventas. Sabemos que hay más medios que nunca, pero también que es más difícil llegar y ser memorable.
Hay otras maneras de ser relevante
En este sentido, hoy en día, observamos cómo la gente pasa más tiempo que nunca en el conocido entorno digital. Busca, planea, gestiona, compra, trabaja, visita a su médico, celebra juicios e incluso pide hipotecas a través de plataformas digitales. Viven parte de su vida de forma digital.
En ese inmenso espacio se abren infinitas oportunidades donde tu marca puede aportar valor al consumidor más allá de un contenido corporativo o una campaña creativa.
La solución la tienes en la palma de tu mano
Inspírate en las marcas que entendieron y aprovecharon estas oportunidades, en aquellas que lo hicieron bien. Es fácil identificarlas. Solo tienes que fijarte en los productos/servicios digitales más populares. Seguro que usas uno o incluso varios de ellos en alguno de tus dispositivos.
Más allá de sus diversas propuestas, su punto en común fue el proceso. Su acierto fue diseñar productos/servicios digitales alrededor del usuario, detectando y solucionando algunas de sus necesidades, problemas o frustraciones. Entendiendo. Aportándole valor. Midiendo, iterando, testeando y mejorando. Diseñando la solución desde varias disciplinas. Y la fórmula funciona. Los usuarios abrazaron estos productos/servicios y sus marcas, las integraron en sus rutinas diarias y las hicieron suyas. El uso de estos productos/servicios, se extendió como la pólvora. “Focus on the user and all else will follow”.
El mundo que nos viene es un universo de productos y servicios digitales
Después de lo vivido el último año veo, más claro que nunca, que cada vez más los consumidores, tus partners y otros negocios se van a relacionar con tu marca/empresa de manera digital y van a querer hacer algo más que leer contenidos corporativos en tu página web o consumir tus anuncios. Te van a querer usar y son muy exigentes, ya que disponen de buenas referencias. Tienes que ser capaz de ofrecerles algo que les aporte valor y les proporcione una experiencia excelente.
Para ello, crea un servicio digital que añada valor sobre otro de tus productos, busca oportunidades entre las necesidades de tu público y los territorios de tu marca, detecta y alivia algún problema de tus clientes o crea una nueva manera de hacer algo. En definitiva, aporta una nueva experiencia.
La línea entre marca, producto y servicio; entre lo físico y lo digital; se desdibuja. Esto no es el futuro, ya está pasando, y pasará cada vez más. En tu propia plataforma o en la de un tercero, pero más te vale que pase, porque, si no, simplemente querrá decir que ya no estás.
Y si te pasa -eso es bueno porque significa que aún sigues ahí-, asegúrate de que la experiencia que tenga el usuario al usar tu plataforma/servicio sea fácil, relevante, satisfactoria y encaje con sus expectativas. Si no, ya puedes tener el mejor branding del mundo, la tecnología más avanzada o el contenido más creativo, que… ¡solo le generarás frustración y rechazo!
Una vez asumido esto, si crees que tu marca puede aportar algo de valor en ese mundo de productos y servicios digitales, la pregunta que deberías hacerte es: ¿Quién puede ayudarme a diseñar y construir todo esto con éxito?
¿Un departamento propio?
¿Una consultora estratégica?
¿Una agencia creativa?
¿Una empresa de tecnología?
¿Una agencia de experiencia de usuario?
¿Una empresa de análisis de datos?
¿Una startup innovadora?
¿O quizás todos ellos trabajando de manera integrada y con el usuario en el centro? Tú decides; pero, no tardes mucho en ponerte a ello
Rafa Redondo (