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Claves para desarrollar una aplicación móvil de éxito

por Beatriz Mayor

Según un informe de la consultora Deloitte constatamos que menos del 1% de las aplicaciones móviles de marcas de gran consumo superan la barrera del millón de descargas, y el 80% de todas las apps de marcas no alcanzan ni siquiera las mil descargas. ¿Qué sucede? La causa principal de estos datos, según el mismo informe, es la falta de valor añadido y de servicio que aportan estas apps a sus usuarios, lo que hace que nuestro target se descargue la app y la elimine de su smartphone en poco tiempo o incluso no llegue a descargársela.   

El mercado de aplicaciones es muy competitivo y actualmente son muchas las marcas que se han sumado a la tendencia de desarrollar aplicaciones. Diferenciarse de todas ellas es difícil, ya que entre las diferentes tiendas sumamos más de 1.000.000 de aplicaciones, de las cuales sólo en España se han descargado más de 600 millones de apps.

Entonces, ¿cómo podemos desarrollar una aplicación móvil de éxito? Sólo hemos de seguir unos pasos rigurosamente:

Definir el objetivo de la acción. Como en cualquier acción de marketing, hemos de definir cuidadosamente y de manera clara los objetivos a conseguir con este desarrollo. Prácticamente la totalidad de las aplicaciones podemos englobarlas en 5 grandes objetivos:

a.    La aplicación como generadora de notoriedad e imagen de marca. A través de los contenidos, utilidades y/o las experiencias que ofrecemos en las aplicaciones podemos impactar eficazmente en nuestro público objetivo generando notoriedad y una imagen positiva de marca.

b.    Como objetivo de fidelización de usuarios/clientes. Una aplicación puede establecer un canal de comunicación permanente y personalizado entre marca y usuario, lo que la convierte en una herramienta idónea para conseguir la fidelización del mismo.

c.    La aplicación como herramienta de gestión. Las aplicaciones especializadas para empresas pueden ser excelentes herramientas de gestión, de seguimiento de procesos de trabajo, de localización de miembros de equipo, de control de calidad o de gestión de conocimiento en directo o a través de base de datos.

d.    La aplicación como herramienta y canal de venta (mobile commerce). A través del uso de los dispositivos móviles se crean también nuevos hábitos de compra; y un objetivo principal de las aplicaciones puede consistir en la venta de los productos o servicios de una empresa.

e.    Aplicaciones generadoras de ingresos. Principalmente se diferencian dos modelos en esta categoría: por un lado el planteamiento de comercializar espacios publicitarios en la propia aplicación que se distribuye gratuitamente y, por otro lado, la venta de la aplicación en sí. Además existen otros modelos como la venta de bienes digitales, virtual currency, la suscripción a contenidos o la compra de ampliaciones de la propia aplicación. La definición de los objetivos de la acción supondrá la determinación de usuarios a los que nos dirigiremos y por tanto qué características de la aplicación serán necesarias, como por ejemplo el/los sistema/s operativo/s en los que desarrollaremos nuestra app.

Determinar creatividad y funcionalidades de la aplicación. Nuestra intención en cualquier objetivo será que nuestra aplicación sea interesante para los usuarios a los que nos dirigimos y lo conseguiremos si desarrollamos una app que sea usable diseñando una navegación fácil e intuitiva, sencilla o sin pretensiones inalcanzables, específica para no dispersar la atención entre infinidad de contenidos y funcionalidades, y conectada a redes sociales y con posibilidad de compartir la aplicación.

Atendiendo a nuestros objetivos y al público al que nos queramos dirigir estableceremos el diseño / interfaz de las diferentes vistas de la aplicación, en qué dispositivos y/o sistemas operativos estará disponible nuestra app y qué funcionalidades implementaremos en la misma.

Confianza y experiencia. Llega el momento de la programación y subida a la tienda, y nos encontramos con que en el mercado existe ya infinidad de oferta de desarrolladores de aplicaciones, pero es muy importante buscar un desarrollador de confianza y con experiencia. Esa experiencia puede reducir muchos los costes y los tiempos. Además el ciclo de vida de una aplicación de éxito suele ser sostenible en el tiempo, por lo que es importante mantener la app viva y escuchar las opiniones de usuarios. Un desarrollador con experiencia proporcionará ese mantenimiento de la app desde el comienzo y durante toda su vida.

Promociona la app. Ya tenemos nuestra app desarrollada y lista para subir a la tienda, pero antes de subirla para su publicación, no hemos de olvidarnos de un paso fundamental, el marketing de la app, imprescindible para que nuestra app se diferencie del resto y sea visible para los usuarios. Y esto ha de empezar desde antes incluso de subir la aplicación a la tienda.

¿Qué hemos de tener en cuenta antes de subir la app? Desde el nombre de la aplicación hasta la misma descripción, sin olvidarnos definir de manera exhaustiva los tags o keywords de búsqueda, así como las capturas de pantalla. Facilitemos siempre un contacto con nosotros para recibir opiniones y reclamaciones de nuestra app además de los mismos comentarios de las tiendas. ¿Y una vez subida a la tienda? Podemos realizar campañas en redes sociales, blogs y webs especializados, así como campañas de viralización de la aplicación dentro de otras aplicaciones que cuentan ya con usuarios.

Monetiza el desarrollo. Por último, si nuestra intención es conseguir un beneficio económico con nuestra aplicación, es decir, monetizarla, tenemos diferentes vías para hacerlo:

a.    En primer lugar podemos poner nuestra aplicación de pago en la tienda y conseguir así un beneficio económico directo por cada descarga que se produzca. Hemos de tener en cuenta que la proporción entre descargas de una app de pago vs. una app gratuita es de 1 a 7,5 descargas y que el 90% de las 100 primeras apps de pago no supera los 3€.

b.    Una segunda opción es utilizar un modelo Freemium o de micropagos: el usuario se descarga una app de manera gratuita y para conseguir contenido extra, acceso a determinada información u obtener monedas virtuales ha de realizar un pequeño pago dentro de la app (in app purchase).
Este modelo se posiciona como uno de los más interesantes para obtener ingresos, siendo un modelo muy bien aceptado por los usuarios. El 35% de las aplicaciones que se encuentran en el Top 50 de ingresos son apps gratuitas que utilizan este modelo.
 
c.    Existe una tercera opción en la que el usuario no ha de realizar ningún pago, con lo que las descargas que podemos obtener de la app se multiplicarán por 8. Se trata de incluir en nuestra app espacios publicitarios y ponerlos a disposición de otras marcas para la realización de campañas. Muchos son los ejemplos de aplicaciones monetizadas con este modelo, y el 45,5% de los usuarios está dispuesto a recibir publicidad en su smartphone sin contraprestación alguna.

Existen ya varias empresas que facilitan las librerías para la integración de publicidad, pero también existen optimizadores publicitarios móviles que aglutinan varias redes publicitarias y muestran la publicidad que en ese momento se cotice más alta, por ejemplo Mobadme (www.mobadme.com) o Malcom (www.mymalcom.com).

Con esta integración en nuestra aplicación mostraremos publicidad Premium o Performance (redes ciegas o semiciegas) y podremos obtener ingresos por CPM (coste por mil impresiones), CPC (coste por click), CPD (coste por descarga) u otros como CPL o C2C.

Ya tenemos nuestra aplicación funcionando y obteniendo ingresos, sólo nos faltaría seguir creciendo en número de usuarios e impresiones, y para ello es recomendable realizar actualizaciones periódicas con mejoras de la app o con contenido nuevo.

Beatriz Mayor
Chief Marketing Officer de Mobaloo
@BeaMayor
@MobalooMM

www.mobaloo.com