El auge de la fotografía de animales revela cambios en los estilos de vida, la composición del hogar y los hábitos digitales de los españoles
La evolución en la estructura de los hogares españoles y la transformación de los hábitos sociales y digitales están dibujando un nuevo perfil de consumidor, en el que las mascotas ocupan un papel cada vez más relevante. En la actualidad, el número de animales de compañía en España supera los 30 millones, cifra muy superior a la de niños menores de tres años, según datos oficiales. Esta tendencia no solo se refleja en las decisiones de consumo, sino también en las formas de expresión y representación visual.
El uso de la fotografía es un indicador de este cambio. Los españoles hacen más del doble de fotos a sus mascotas que a los menores de edad, lo que pone de manifiesto una redefinición de prioridades y afectos. Además, una parte significativa de los dueños de mascotas afirma que toma estas imágenes con la intención de compartirlas en redes sociales, y un porcentaje creciente ha creado perfiles específicos para sus animales.
La presencia de animales en los contenidos digitales responde, en parte, al rechazo social que genera la sobreexposición de menores en plataformas abiertas. Mientras que un 31 % de los encuestados considera que compartir imágenes de niños en redes debería estar prohibido, las imágenes de animales de compañía gozan de una amplia aceptación y son percibidas como contenido amable, emocional y carente de conflicto. De hecho, una de cada diez personas señala que son las fotos de animales las que más le atraen en estos entornos.
De acuerdo con Cheerz, el cambio también se refleja en los hábitos de impresión fotográfica. Aunque las imágenes de viajes y eventos siguen siendo las más reproducidas en formato físico, las de animales ocupan un espacio creciente, especialmente entre mujeres sin hijos. Ciudades como Tarragona, Córdoba y Ciudad Real registran una mayor demanda de impresiones de mascotas, lo que indica una vinculación emocional fuerte entre consumidor y animal que trasciende el entorno digital.
Este fenómeno tiene también una derivada en el ámbito de la influencia digital. Algunos perfiles de animales, especialmente perros y gatos, acumulan audiencias millonarias y generan contenidos que combinan entretenimiento con recomendaciones de productos o estilo de vida. Se estima que el sector vinculado a estos perfiles, conocidos como “dogfluencers”, crecerá a un ritmo del 25 % anual en los próximos cinco años, según estimaciones académicas.
"De nuestro estudio se desprende que las fotos de mascotas reciben muchísimos likes, de hecho, son las fotos que más gustan al 10% de los españoles. Y es que la viralización de este tipo de contenidos en redes ha hecho que incluso determinados mascotas sean auténticas "influencers", gracias a posts cargados de consejos, ideas de actividades o simplemente por la imagen adorable de este tipo de perfiles", comenta Qui Marín, directora del sur de Europa de Cheerz.
El perfil del nuevo consumidor, por tanto, se construye a partir de relaciones afectivas con su entorno más cercano, en muchos casos representado por sus mascotas. Este cambio incide en cómo se configuran las estrategias de contenido, los formatos publicitarios y las experiencias de marca. En un contexto marcado por la personalización, la conexión emocional y la búsqueda de representaciones cotidianas, la figura del animal de compañía gana protagonismo como eje simbólico y funcional en la vida de los consumidores actuales.