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El comercio electrónico en China crece un 11% y supera los 2,9 billones de yuanes

Las pequeñas marcas son las responsables del crecimiento del e-commerce en China. Marcas que han conseguido ganar un 10% de cuota del volumen total de ventas en Alibaba

A diferencia de la mayor parte de los países occidentales, donde las marcas tradicionales dominan el e-commerce desde el primer día, el espacio online chino comenzó con relaciones entre consumidores (consumer-to-consumer o C2C). Este crecimiento prueba que el e-commerce en China está experimentando un gran cambio: desde un mercado con productos sin marca impulsado por el precio, hacia lo que Bain & Company denomina “el internet de marca”, en el que predomina la preferencia de los consumidores por la calidad sobre el precio y un mejor servicio postventa. Así, según el informe que la consultora ha realizado junto con Alibaba, el mercado del comercio electrónico en China ha crecido un 11% en el año 2014, superando los 2,9 billones de yuanes. Pero eso no es todo, y es que se espera que aumente un 22% adicional para llegar a los 10 billones de yuanes en el año 2020, impulsado en gran medida por el comercio online empresa-consumidor (B2C) y el comercio electrónico a través del móvil.

En  2014, la cuota de los productos de marca vendidos por internet creció un 65%, abarcado un 4% del total del mercado minorista en China y representando más de un billón de yuanes en ventas de productos de marca adicionales. Sorprendentemente, las pequeñas marcas (las regionales, las que únicamente se venden online y las menos conocidas) son las responsables del crecimiento del e-commerce en China, al ganar un 10% de cuota del volumen total de ventas en Alibaba. Esto supone una llamada de atención a las grandes marcas, que históricamente han creado una ventaja competitiva basada en el tamaño y escala, una estrategia cada vez menos eficaz en el mundo digital. La aparición de este nuevo ‘internet de marca’ en China está impulsada por la explosión del e-commerce transfronterizo, sobre todo en categorías en las que unos altos estándares de seguridad son una preocupación, como la comida para bebés, o con grandes diferencias de precios comparados con los precios offline en el país.

El impacto de este cambio es potencialmente significativo para las marcas españolas y es que el e-commerce en China ha madurado y se ha convertido en una plataforma internacional que apoya a las marcas que quieran establecerse en los mercados emergentes o reforzar su presencia entre los consumidores chinos, evitando al mismo tiempo muchas de las complejidades culturales, logísticas y de regulación que pueden afectar el éxito a la hora de montar una oficina física.

Según Bain&Company, B2C y el comercio electrónico a través del móvil son los “grandes facilitadores” de las marcas en China, ya que les permite construir puntos de contacto directo que estimulan una mayor co-creación con los consumidores – clave para triunfar en la edad del internet de marca.  Sin embargo, Bain sugiere que debe hacerse más para también alinear la organización de la compañía con sus ambiciones digitales.