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Jesús Muñoz se incorpora al proyecto de Luis Casadevall

Diez días después de su salida de Mindshare donde era presidente

 

“El día 26 de febrero se publicó la noticia de mi marcha de Mindshare, con lo que quedé ante el mercado en situación de “disponible”. Hace unos días recibí una llamada de Luis Casadevall invitándome a cenar. Una de esas cenas en las que el maître viene a pedirte por favor que te vayas porque van a cerrar el restaurante.
El menú de la cena fue un excelente proyecto empresarial en el que él ya llevaba meses trabajando junto con otros tres socios, dentro del territorio de la comunicación comercial, la información, el entretenimiento y la cultura, sobre el que, decir que me ilusionó hasta penetrar en mi médula sería decir muy poco acerca de mi reacción ante la propuesta. Un sueño para un publicitario de casta, con una dilatadísima experiencia al servicio de las marcas de los anunciantes”, afirma el hasta ahora presidente de Mindshare, quien confiesa que quedó cautivado por el proyecto. “Me lo presentó como un instrumento de creatividad aplicada a todos los elementos que conforman la comunicación comercial de las empresas para sus marcas y para ellas mismas. Al mensaje publicitario, a su forma de inserción en los medios, al pensamiento estratégico de marcas y productos, a las relaciones públicas, y, en fin, a cualquier forma de comunicación con sus consumidores.
Por supuesto a la comunicación comercial, pero también mucho más allá de ésta. Con especial incidencia en el diseño, creación y contenidos al servicio de las marcas. Lógicamente, me definió también su nuevo proyecto Casadevall y Quintero así como sus objetivos, que terminó de redondear el proyecto en su conjunto.
Un proyecto en el que nuestros talentos y el del equipo que nos acompañará, se entregarán en cuerpo y alma a desarrollar el negocio de los anunciantes.
Creatividad, innovación, tecnología, medios, producción y experiencia en todos los sectores, son los activos que constituyen el proyecto.
Los socios, seremos los mismos que vamos a inspirar, desarrollar y explotar nuestros instrumentos intelectuales al servicio de las marcas.
Nunca será nuestro dueño la Asociación de Viudas de Escocia, ni un ejército anónimo de accionistas preocupados por la cotización de nuestras acciones.
Nosotros, seremos quienes tomaremos nuestras decisiones y no alguien en Londres, NY o Tokio.
Nuestro hálito vital y profesionalidad siempre al servicio de los anunciantes y sus marcas. Ni un solo minuto dedicado al reporting, a la burocracia, a los ratios o a los análisis del devenir de los tiempos”.
 
En pocas palabras, según Muñoz, se trata de desarrollar “Ideas sin límite en todas las direcciones posibles”.