El drop, seguido durante 72 horas, demuestra cómo la narrativa altera la percepción de valor y vuelve a situar a la marca como referente en marketing experimental para la Generación Z
Milfshakes ha vuelto a convertir un lanzamiento en un fenómeno cultural. Lo que anunció como «Arte Hecho por IA» -cuatro lienzos que aparentaban haber sido generados algorítmicamente- se ha revelado como un experimento narrativo en toda regla. Detrás de las obras no había modelos generativos, sino cuatro artistas humanas llamadas Ia: Ia Ruiz, Ia Dolçet, Ia Fernández y Ia García.
Durante tres días de subasta en milfshakes.es, en colaboración con suarte.art, las piezas oscilaron entre los 1.550 y los 4.000€, mientras miles de usuarios analizaban su supuesta estética algorítmica y debatían sobre creatividad, emoción y autoría. El giro final desveló que la prueba no era tecnológica, sino psicológica: cómo cambia nuestra interpretación cuando cambia el relato.
La acción estuvo precedida por un teaser grabado en una galería y protagonizado por Eva Hache, que planteaba la pregunta que alimentó el debate: ¿Puede la IA crear arte que emocione? El misterio activó a la comunidad, generando conversación continua en redes y multiplicando el seguimiento minuto a minuto de la subasta.
El equipo creativo de la marca resume así la intención del proyecto: “No queríamos comprobar si la IA puede crear arte, sino si el valor emocional de una obra depende de lo que vemos o de lo que creemos. La historia era la variable”.
Milfshakes suma con este drop un nuevo hito a su historial de marketing experiencial, donde cada lanzamiento funciona como universo propio: piezas que se agotan, relatos que viralizan y giros que redefinen la conversación cultural entre la Generación Z.
El desenlace deja dos preguntas abiertas para la audiencia: ¿El arte cambia cuando cambia su autoría? ¿O somos nosotros quienes cambiamos al conocerla?

