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50 años desde que Danone reafirmó públicamente su apuesta económica y social

Las nuevas tendencias de consumo marcan el rumbo que deben seguir las empresas para adaptarse a las necesidades de los consumidores, quienes reclaman una mayor implicación y responsabilidad por parte de las compañías

Bajo la premisa de que no hay futuro sin sostenibilidad, y no hay sostenibilidad sin crecimiento social, Danone se ha posicionado como una empresa líder en la transformación del modelo empresarial actual hacia uno más sostenible y justo. Esta semana la compañía celebra el 50 aniversario del Discurso de Marsella pronunciado por el co-fundador y entonces presidente, Antoine Riboud, donde por primera vez introdujo el pionero concepto del doble propósito empresarial desde la idea de que los objetivos económicos y sociales deben estar interconectados y que, por tanto, el éxito del negocio tiene que ir siempre de la mano del progreso social.

El cuidado por la salud y el planeta forma parte del ADN de la compañía desde sus inicios hace más de 100 años y desde entonces ha evolucionado en base a esa esencia, siempre buscando que el poder de sus marcas genere un impacto positivo en la sociedad.

“Las compañías estamos llamadas a actuar y ser parte de la solución que nuestra sociedad necesita ante los problemas sistémicos que nos rodean. Medio siglo después de las palabras de Riboud, seguimos abanderando este propósito desde nuestra cultura y nuestros valores que definen la forma tan única que tenemos de hacer las cosas en Danone. Por supuesto, desde la fuerza de nuestras marcas, ofreciendo un portfolio enfocado a promover salud, pero también comprometido con reducir el impacto medioambiental en toda la cadena de valor, desde las granjas hasta el lineal, pasando por nuestras fábricas y centros de innovación. Nuestro objetivo es contribuir a transformar el sistema alimentario y dejar un futuro más saludable y sostenible para las nuevas generaciones”, explica François Lacombe, director general de Danone España.

La visión de la actividad empresarial planteada por Riboud ha permanecido de forma constante a lo largo de estos años. Antoine Riboud afirmaba que “debemos liderar nuestras empresas tanto con el corazón como con la cabeza, y no podemos olvidar que mientras los recursos energéticos de la tierra son limitados, los de la humanidad son infinitos mientras nos sintamos motivados. La responsabilidad de una empresa no acaba a las puertas de la fábrica y de las oficinas”.

Este propósito dual ha perdurado durante décadas y ha promovido avances de gran relevancia para la compañía. Uno de los principales hitos tuvo lugar en los años 90, cuando el entonces presidente de Danone, Frank Riboud, tomó la decisión de desprenderse de aquellas divisiones que no aportaran salud para enfocarse solamente en aquellas que cumplieran la misión de la compañía que era, y sigue siendo, aportar salud a través de la alimentación. Desde entonces, la compañía ha liderado el crecimiento en torno a un porfolio enfocado a la salud y bienestar a través de propuestas que cubran nutricionalmente las necesidades y hábitos de los consumidores en 4 áreas de negocios: lácteos y alternativas vegetales, aguas y nutrición especializada.

Hoy Danone, como la empresa B Corp de más tamaño y mayor puntuación del sector de Gran Consumo, cuenta con uno de los porfolios más saludables y sostenibles del sector de la Alimentación. Al mismo tiempo, impulsa proyectos estratégicos para dar respuesta a las tensiones sociales actuales y proteger la sostenibilidad de un sistema alimentario saludable y de proximidad. A modo de ejemplo, en los últimos años, Danone ha dado pasos en pro de la transición hacia la economía circular para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030; ha avanzado en la lucha contra el desperdicio alimentario con el cambio de la fecha de caducidad por la fecha de consumo preferente, y ha impulsado programas de Agricultura Regenerativa que contribuyen a avanzar en la necesaria transformación que el campo necesita través de un modelo sostenible a largo plazo, que sea viable económicamente, humano y respetuoso con el medioambiente y los recursos naturales de las zonas rurales.

“En Danone defendemos que hay otra forma de entender los negocios, más sostenible e inclusiva. Este doble propósito implica un ejercicio de empatía en tiempo real con nuestro entorno. Implica escuchar, aprender y preguntarnos cada vez que tomamos una decisión: ¿por qué? ¿qué impacto tiene en la sociedad? ¿qué estamos aportando como empresa? En eso se basa el propósito, en poner a las personas y la sociedad en el centro -consumidores, pacientes, empleados- y, a partir de ahí, trazar la hoja de ruta para mantener su confianza y asegurar que el negocio sea sostenible, a todos los niveles, a largo plazo”, explica Lacombe.

Un propósito que conecta con los consumidores

Cada vez más la sociedad demanda productos que cuiden de su salud, pero también reclaman un compromiso por parte de las empresas para que realicen sus actividades de una forma más sostenible y justa con el entorno y la comunidad. Así lo reflejan estudios sobre los hábitos de compra de los consumidores, que indican que las marcas más sostenibles aumentaron su valor en un 31% más (respecto 2021) que las 100 marcas más valiosas a escala global.

En este sentido, Danone ha jugado un rol muy activo apoyando la creación de una nueva figura legal, Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC) conocidas como empresas con propósito, como el primer paso para transformar el sistema empresarial actual en uno más sostenible y responsable. Con esta enmienda, aprobada el pasado mes de junio en el Congreso de los Diputados, España se convierte en un estado que reconoce a las compañías que, además de ser rentables, generan un beneficio ambiental y social.