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"Tenemos que hablar", esta vez con los niños y su usabilidad de internet

Qustodio ha estudiado cuál es el grado de usabilidad de los dispositivos con acceso a internet entre los niños y ha concluido con la campaña de concienciación #TenemosQueHablar para que los padres comprendan que no pueden prohibirles el uso, pero sí acotarlo haciendo ejemplo

En la última década, la natalidad del país ha disminuido un 30%, tal y como alentaba hace unos meses el Instituto Nacional de Estadística (INE), coincidiendo con la el aumento de dispositivos en casa, siendo el smartphone el más popular. Tanto es así que la media de teléfonos móviles por hogar asciende ya a 3, una cifra que en 1 de cada 10 hogares españoles aumenta hasta 5 dispositivos o más. Con el objetivo de profundizar en el tema y conocer el verdadero uso que las familias españolas hacen de la tecnología, Qustodio ha llevado a cabo un informe que se engloba dentro de la campaña #TenemosQueHablar y que incluye más de 1.200 entrevistas a madres y padres de toda la geografía nacional y regional, así como de Estados Unidos y Reino Unido, con hijos de entre 5 y 17 años que utilizan Internet.

Así, el estudio Familias hiperconectadas: el nuevo panorama de aprendices y nativos digitales estima que los niños españoles de entre 5 a 11 años pasan una media de 711 horas y 45 minutos conectados al año, cifra que asciende hasta las 1.058 horas y media en el caso de los menores de entre 12 y 17 años. Al comparar esas cifras con las horas lectivas en dichas esas edades (792 horas en Primaria y 1.054 en Secundaria), observamos que en Primaria se diferencian en tan solo 80 horas y 15 minutos, pero en Secundaria el número de horas que están conectados al año supera en 4 horas y 30 minutos el tiempo que pasan en el colegio. Todo esto se traduce en una media de 2 horas y 24 minutos diarios, aunque un 26% asegura sobrepasar las 3 horas al día. Analizando el dato a nivel regional, Canarias y Región de Murcia destacan por ser las comunidades en las que los niños pasan más tiempo conectados, ambas con 3 horas y 18 minutos de conexión de media. En el extremo opuesto se encuentran Cantabria -con 1 hora y 36 minutos- y La Rioja -1 hora y 54 minutos-, ambas por debajo de la media nacional.

A la vista de los datos, es alarmante que el uso que hacen los niños de internet todavía no sea una prioridad para los padres y madres españoles, siendo mayor la preocupación entre los padres más jóvenes. En el ámbito digital, el grooming sigue siendo la mayor preocupación de las familias españolas, a lo que su suma el publicar o revelar información personal, así como acceder a contenido inadecuado.

Principales resultados del estudio ‘Familias Hiperconectadas’ de Qustodio | Fuente: Familias hiperconectadas: el nuevo panorama de aprendices y nativos digitales

Sin embargo, los niños no son los únicos adictos a las nuevas tecnologías, también lo son sus padres, los aprendices digitales. Así, un 38% de ellos admite su adicción al móvil, un porcentaje más alto que el registrado en los estadounidenses y británicos, ambos con un 36%. Los padres españoles aseguran pasar al día una media de 3,2 horas conectados, por lo que no es extraño que la mitad de ellos crea que se relaciona menos con su familia por el uso excesivo del móvil, siendo su pareja la más descuidada, y que 8 de cada 10 se sientan mal por ello. Apagar las notificaciones, activar el modo avión o establecer horarios de uso para reducir su uso son las estrategias más elegidas para combatirlo.

Otro de los aspectos analizados en el estudio es el tiempo que pasan en familia. Los padres españoles aseguran pasar una media de 8 horas al día con sus hijos. Una cifra que durante el fin de semana puede llegar a superar las 11 horas, pero que entre semana se sitúa en las 6 horas y media. No es de extrañar ante estos resultados que el 16% de los padres se queje de no poder dedicarles el tiempo suficiente debido a su trabajo, un dato que es mayor entre los padres de entre 25 y 34 años y que afecta más a padres (21%) que a madres (12%). Ese sentimiento de culpabilidad quizá sea la razón por la cual las familias españolas afirman ser más flexibles a la hora de criar a sus hijos, un 64% frente al 53% de Estados Unidos y Reino Unido. Los padres españoles se muestran más permisivos con la comida, el tiempo que dedican sus hijos a ver la tele o jugar a videojuegos y la hora de irse a dormir, mientras que se muestran más estrictos con las tareas del cole (85%), sus obligaciones en el hogar (56%) o el tiempo que pasan conectados (56%). Aunque no hay grandes diferencias de género, sí que encontramos discrepancias dependiendo de la edad. De hecho, los padres más jóvenes son los más estrictos.

 

Bienestar Digital

Qustodio también ha analizado qué entienden los padres cuando se habla de Bienestar Digital, un concepto que no es único y tiene muchas acepciones diferentes dependiendo de cada país e individuo. Los tres países de la muestra coinciden al relacionarlo con concienciación, relaciones y convivencia, a lo que añaden cuidado y protección.

A pesar de tener alguna noción al respecto, el 65% de los padres españoles es incapaz de nombrar ningún servicio, app o marca de bienestar digital. Una cifra que desciende hasta el 46% cuando se les pregunta si conocen alguna herramienta de control parental, cosa que no es de extrañar si tenemos en cuenta que su uso en España ha aumentado un 10% en tan solo 7 meses.

Durante la presentación del estudio, también se destacaron cómo los aprendices digitales (padres) y los nativos digitales conviven en una misma realidad, pero con percepciones muy diferentes. Los nativos digitales entienden la tecnología como una parte más de vida, ya que nacieron con ella, y creen que les acerca y une con el resto del mundo. En el lado opuesto, se encuentran los aprendices digitales (sus padres) que se han visto obligados a adaptarse e incorporarla en su día a día.

Eduardo Cruz, CEO y co-fundador de Qustodio, recalcó la necesidad de que los padres enseñen a sus hijos a utilizar las nuevas tecnologías, “hay que huir del prohibir, ya que la tecnología no tiene nada de malo, al contrario, pero un mal uso de ella por desconocimiento puede ser perjudicial sobre todo para los más pequeños”.

 

Ver ficha técnica ‘#TenemosQueHablar’