Cura en El Sol
22 de junio de 2011
La campaña de la agencia murciana Germinal Comunicación para Médicos Sin Fronteras ha sido la gran triunfadora del festival El Sol 2011, avalada por una cosecha de premios en los festivales a los que ha concurrido, pero sobre todo por la eficacia en los resultados obtenidos, cumpliendo sobradamente los objetivos previstos. Su autor, un “hacedor” Jorge Martínez, nos ha comentado los tortuosos pasos hasta llegar al éxito, partiendo de una idea tan llana y simple, pero muy humana y a veces olvidada, de ayudar a los demás. La clave de la idea es que ha conquistado el corazón desde el principio, contagiando a todos cuantos han tenido ocasión de participar en el proyecto. La implicación de empresas y personas ha hecho que se sortearan barreras que parecían infranqueables, como la venta del producto en farmacias; la difusión de la campaña con el apoyo de medios y periodistas, la participación del fenecido Luis García Berlanga y el conseguir vender más de tres millones de pastillas que pronto han revertido en la causa objeto de la campaña, combatir el dolor ajeno calmando el nuestro. Una suma de colaboraciones que ahora tiene su recompensa.
Antes de conseguir el máximo galardón de El Sol, la campaña tuvo que sortear una nueva barrera, la de que las campañas sociales optaran al gran premio, pero finalmente todos los jurados y la organización de forma unánime se decantaron por aceptarlo. Una decisión que debe crear precedente para que nunca ninguna otra campaña sea discriminada para el preciado galardón por cuestiones de exceso de metraje, de pertenecer a una determinada categoría o porque en ese momento sea inclasificable, siempre que detrás esté una idea. Pujadas lo ha dicho claro: “Las normas no deben encorsetarnos”. El problema vendrá cuando cambie el director del festival.
El reconocimiento a “Pastillas” nos propone de paso una cura de humildad a todo el sector. Las ideas están en todas partes, en lo más recóndito de este país, en la mente de cualquier persona, solo hay que saber abanderarlas, con empuje, perserverancia y constancia. Y eso vale para una ONG o para un cliente privado.
Y abur a Sanse. Ya lo decíamos en la anterior columna. Este año podría ser el último que luzca El Sol en San Sebastián. Los acontecimientos políticos y hoteleros parecen confirmarlo.