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La rentabilidad del Internet de las Cosas

Por Juana Pulido


Me cuesta creer que a día de hoy existan escépticos sobre Internet, su futuro y sobre todo su monetización; pero, como nunca se sabe, he querido recopilar y aunar una serie de datos que a mi modo de ver confirman sobre todo la rentabilidad del “Internet de las Cosas” y su potencialidad para los profesionales del marketing y la comunicación.

Puede que no lo sepamos, pero a día de hoy vivimos en la era del “Internet de las Cosas”. Según dice un informe de la Fundación Innovación Bankinter, el “Internet de las Cosas” “consiste en que las cosas tengan conexión a Internet en cualquier momento y lugar (…) es la integración de sensores y dispositivos en objetos cotidianos que quedan conectados a Internet a través de redes fijas e inalámbricas. De esta manera, cualquier objeto es susceptible de ser conectado y «manifestarse» en la Red”.

Algunos ejemplos concretos que no resultarán ajenos a casi nadie son los móviles que abren puertas, que controlan alarmas, que nos dicen cuánto tiempo va tardar en llegar nuestro autobús o dónde se encuentra el taxi que hemos solicitado, cámaras de seguridad que velan por la seguridad en los edificios y paneles del metro que nos indican el tiempo restante hasta la llegada del siguiente tren. Y también hace referencia a un mundo en el que objetos de consumo cotidianos (alimentos, libros, ropa) tienen dispositivos que los conecta con la red, una posibilidad que implica cambios esenciales en nuestra forma de vida y en la economía, al facilitar el seguimiento de lo producido-consumido, reducción de costes y almacenamiento.

En la próxima década, el negocio del “Internet de las Cosas” supondría a escala mundial 14,4 billones de dólares, según un estudio de la multinacional Cisco. Sólo este año el volumen de negocio de las cosas conectadas a Internet ascenderá a 613.000 millones de dólares. Entre los sectores que más se van a beneficiar se encentran salud, transporte, banca y servicios.

La importancia de los smartphones es clave. Estos móviles se han convertido en los ojos y oídos de las aplicaciones: sensores de movimiento y ubicación nos dicen dónde estamos, lo que estamos viendo y la velocidad a la que nos movemos en tiempo real. Los smartphones tienen multitud de sensores de sonido, luz o aceleración que recogen información y la envían a Internet. Y sus utilidades no paran de crecer. De la misma forma que tampoco cede el crecimiento de las ventas y consumo de este tipo de dispositivos.

Las ventas mundiales de smartphones a usuarios finales crecieron un 46,5% en el segundo trimestre de 2013 hasta alcanzar los 225 millones de unidades y representar ya más de la mitad de las ventas de móviles registradas en este periodo, según la consultora tecnológica Gartner.

Un ejemplo concreto de lo que se puede llegar a hacer con un teléfono móvil inteligente lo ha puesto recientemente la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, en colaboración con otras organizaciones médicas, que han creado Peek (Kit Portátil de examinación de ojos) para poder ayudar y dar cobertura a esta necesidad a través de un Smartphone.

Llevado estrictamente al ámbito de la Comunicación todas estas posibilidades que nos ofrece el llamado “el Internet de las Cosas” no hace más que facilitarnos (o dificultarnos si nos oponemos al avance de la tecnología) el desarrollo de nuestra profesión.

No parece descabellada la idea de que si los datos de crecimiento de Smartphone y los de previsiones de desarrollo del “Internet de las Cosas” son favorables, también lo serán los de ingresos publicitarios relacionados con estos dos aspectos.
Los departamentos de marketing y comunicación parecen tener muy presente a los dispositivos móviles en sus planes de medios, tal y como se desprende de los datos facilitados por la Oficina estadounidense de Anuncios en Internet (IAB). El gasto global en publicidad online para dispositivos móviles aumentó 82,8% a 8.900 millones de dólares en 2012. Según la IAB “el móvil se está convirtiendo por sí solo en un poderoso medio de publicidad”. Según el estudio, la región de Asia-Pacífico acumula el 40,2% de los ingresos de los anuncios por móvil, seguido de Norteamérica con el 39,8% y Europa con el 16,9%.

Un factor clave para el crecimiento de la publicidad es el avance de las redes de móviles de cuarta generación, que harán que la gente recurra más a menudo a Internet en sus teléfonos. Algunos estudios cifran la media de consultas al móvil en un día en 150 veces por persona.

En consecuencia, la toma en consideración de Internet, para los profesionales del marketing y la comunicación, no se debe reducir exclusivamente a las posibilidades que todos vemos al encender nuestros ordenadores, smartphones o tabletas. Pensemos en Internet como una canal que llega absolutamente a cualquier sitio, hasta el más recóndito lugar de nuestros hogares.

Tratemos pues de encontrar en la “invasión de internet” la oportunidad de llegar a nuestros públicos objetivos de las más diversas y novedosas maneras y obtener la mayor de las rentabilidades para estrategias de comunicación y en definitiva para nuestros negocios.

Por Juana Pulido, consultora senior de Estudio de Comunicación OnLine.
@juanapulido