Francisco Soto, director de 121 PR
La transparencia está siempre en el centro de cualquier ética corporativa y, al menos teóricamente, debería ser parte también de las relaciones públicas. Agencias y empresas se comprometen públicamente con valores que derivan de la responsabilidad social y la utilidad de la profesión de comunicadores.
Con la explosión de las redes sociales y la emergencia diaria de nuevos media outlets, aumenta exponencialmente la información disponible en general sobre empresas, marcas y profesionales de todo tipo que se ven obligadas a mostrarse accesibles para crecer y conservar su influencia. El derecho al acceso a la información por ciudadanos y medios, exige también cada vez mayor transparencia por parte de empresas, administraciones, gobiernos y entidades de todo tipo.
Sin embargo, a veces hay prácticas, alimentadas incluso desde algunas agencias que contravienen la ética de la transparencia en la comunicación. Y que, además, van en contra de su propio SEO. Por ejemplo, cuando una agencia que lleva la comunicación de sus clientes con los periodistas decide no responder sobre su cartera de clientes en informaciones sectoriales elaboradas por medios especializados, como los famosos rankings anuales por tamaño o área de especialización, está perjudicando su propio SEO como agencia de comunicación de esos mismos clientes.
Es verdad que cada quien está en su derecho de actuar como quiera mientras cumpla las normas mínimas éticas exigibles, pero ¿por qué razones de confidencialidad ocultar el nombre de todos los clientes? ¿Quizá prefieren que su influencia no sea patente ante la opinión pública? ¿O se trata de intereses ocultos? La falta de transparencia sobre las acciones de relaciones públicas oculta información vital a los periodistas que andan a veces mendigando los contactos adecuados en los grupos de Whatsapp profesionales y ven restringido su acceso a las fuentes.
Sin embargo, la transparencia debería ser regulada ya que, en cualquier mercado libre, beneficia a empresas y a sus públicos. Además, Internet hace de la transparencia -voluntaria o sobrevenida- el caldo de cultivo en que desarrollamos los negocios y nuestra profesión como agencias de comunicación. El sector de las agencias de PR está siempre en la encrucijada entre transparencia y privacidad, publicidad y confidencialidad, periodistas y clientes. Todos, tanto agencias como clientes, debemos ser más sensibles a la necesidad de transparencia, en beneficio de nuestras campañas con medios, pero también de nuestra función social en general. El pasado 8 de noviembre el Gobierno aprobó el anteproyecto de Ley de Transparencia sobre los grupos de Interés para regular la actividad de los ‘lobbies’ en el sector público. Creemos que también debería ser de dominio público para qué clientes trabajan las agencias de comunicación y PR, en beneficio de no solo del acceso de los periodistas a los clientes como fuentes de información, sino también del interés público.
Francisco Soto, director de 121 PR.Francisco Soto (LinkedIn), master en Public Affairs and Issues Management, Purdue University (Indiana, EEUU), licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Valladolid (España), habla inglés y francés. Antes de dedicarse a la comunicación, fue traductor de griego moderno para el Parlamento Europeo y profesor de Bachillerato y universitario en EE.UU. entre otros.
Fundó 121PR hace 17 años, tras recorrer durante más de 10 años varias agencias de comunicación, primero como ejecutivo y, posteriormente, director de cuentas y jefe de equipo. Entiende las RR.PP. como disciplina profesional y académica que tiene sus raíces en las ciencias sociales y su core business en media relations, además de otras formas de comunicación e influencia dialógica con públicos y stakeholders siempre en beneficio del entendimiento y adaptación recíproca de empresas y públicos. 121PR, primera española en el ranking de Google como “agencia de comunicación de tecnología”, gestiona las relaciones con los medios de comunicación de clientes como Acer, Carfax, devolo, Ingram Micro, PassportCard, PioneerDJ, SPC Telecom y Teufel, entre otras marcas.