José Casanova, CEO de Casanova Agency
Somos muchos los que miramos al futuro con la sensación de quien atraviesa un túnel al viajar. Hace un tiempo que dejamos atrás la luz de la entrada y pese a que tenemos la certeza de que frente a nosotros debe aparecer la salida, porque así nos los indican todas las señales, esta no acaba de llegar.
Lejos de querer transmitir un mensaje pesimista, que no es mi intención, ha pasado casi un año del confinamiento y de todo lo que vino con él a posteriori, incluidas segundas y terceras olas. Meses que vistos con cierta perspectiva han incrementado la velocidad y la necesidad de replantear una gran parte de la estrategia de marketing y comunicación de muchas marcas y compañías. Un cambio asociado a tres grandes ejes de transformación como son el uso de marketing de influencers, la transmisión de valores mediante la creación de contenidos asociados a la marca y una perspectiva más global y abierta de la inversión en digital. Tres ejes complementarios y que bien gestionados permiten no solo estar cerca de los consumidores y usuarios, sino también hacerlo de manera relevante y creíble.
Desde casa, convertidos en unos zoomers más, hemos asistido y sido partícipes del cambio de ciertos hábitos de consumo de nuestra sociedad. Desde la confirmación de Tik-Tok, a la eclosión de Twitch o el resurgir del podcast, los usuarios están aprendiendo a compaginar contenidos on demand -como y cuando quieran-con el hecho de volver a disfrutar de aquello que ocurre en directo. De esta forma, igual que no queremos recibir ningún spoiler de esa serie que han estrenado y no hemos podido ver, empezamos a querer no saber qué ocurrió en el stream de anoche de cierto canal de Twitch porque no es lo mismo verlo que te lo cuenten. Del mismo modo, hemos pasado de entender a los influencers solo como un escaparate a hacerles partícipes de la creación de los contenidos, lo hagan desde nuestras fronteras o en Andorra. Además, con la necesidad de crear una relación sincera entre ellos y las marcas en beneficio de una acción lo más natural y orgánica en los perfiles.
Estos son solo un par de ejemplos que nos deben llevar a ver estos últimos doce meses como una gran oportunidad. Una que ha acelerado la llegada de todas esas tendencias en consumo digital que esperábamos para dentro de varios años. Un hecho que ha obligado a las marcas a también dar un paso hacia delante donde ROI y medición van a ser más importantes todavía, ante unos años donde se debe maximizar cada euro invertido -o gestionado en el caso de las agencias-. Porque las agencias también nos hemos visto obligadas a correr al ritmo de los tiempos que nos ha tocado vivir y hacerlo dando seguridad y certezas a nuestros clientes. Una combinación a veces complicada en un contexto donde todo ha y está cambiando.
Por eso, ahora que la luz de salida del túnel empieza a darnos en la cara no debemos olvidar todo lo que hemos aprendido. Continuando con el símil, es el momento de conseguir que los tres ejes de transformación -influencer marketing, branded content y una inversión en digital más allá de la programática y la venta-nos continúen acompañando en nuestro viaje tras unirse a él mientras pasábamos el túnel, y lo hagan para permitirnos llegar tanto a nosotros como a nuestros clientes lo más lejos posible. Porque por fortuna, todavía queda mucho camino por recorrer y explorar.
